Obras maestras del Thyssen desembarcan en bloque en el CaixaForum en un "diálogo inédito"

Obras maestras del Thyssen desembarcan en bloque en el CaixaForum en un "diálogo inédito"
Obras maestras del Thyssen desembarcan en bloque en el CaixaForum en un "diálogo inédito"
EUROPA PRESS
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Grandes obras maestras del Museo Thyssen-Bornemisza han desembarcado en bloque en el CaixaForum de Barcelona en un gesto que no se había producido antes y han sido distribuidas por géneros temáticos para construir un "diálogo inédito", ha destacado la directora adjunta de la Fundación Bancaria La Caixa, Elisa Durán.

En la presentación de 'Un Thyssen nunca visto', el director artístico del Museo Thyssen y comisario de la exposición, Guillermo Solana, ha enmarcado esta colaboración en el pistoletazo de salida de los festejos por el 25 aniversario del museo madrileño y buenas relaciones con la entidad.

Una selección de 63 piezas, entre las que figuran Fra Angélico, Gustave Courbet, El Greco, Tiziano, Edward Hopper, Alberto Giacometti, Lucian Freud y Marc Chagall, construyen relatos nuevos a través de cinco grandes géneros de la tradición artística occidental: pintura religiosa, retrato, naturaleza muerta, paisaje y paisaje urbano.

"Esta exposición no es solo una colección de tesoros, sino una herramienta para ver la historia del arte de otra manera", ha explicado Solana, que ha subrayado el ritmo binario del recorrido que propone parejas artísticas para resaltar afinidades y contrastes.

ANUNCIACIÓN DE EL GRECO

Una de las parejas más representativas de la exposición es la que conforman unos coetáneos de El Greco y Veronese; ambos representando una Anunciación que en el caso del toledano está marcada por el elemento neoplatónico de la luz y en el caso del italiano por una estética más antigua en homenaje a la arquitectura de Venecia.

Al hilo de la explicación de las similitudes temáticas y diferencias formales de ambas obras, Solana ha destacado que las piezas expuestas "nunca" se han podido ver de esta forma, puesto que el criterio de ordenación del museo madrileño es cronológico, y aquí la lectura es transversal y enriquecida.

CESIÓN DEL MNAC

Durán y Solana han celebrado y agradecido que ocho de las piezas han sido cedidas por el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) procedentes de la Colección Thyssen-Bornemisza, como es el caso de la pieza de Veronese.

"La exposición nos permite un diálogo entre El Greco y Chagall, entre Rembrandt y Beckmann, Canaletto y Pissarro", ha destacado el comisario, que bromeado con que el palacio madrileño del Thyssen ha quedado totalmente desguarnecido, y ha animado a los madrileños a visitar también esta exposición inédita.

El género del retrato está representado por Robert Campin, Hans Memling, Raffaello Sanzio, Christoph Amberger --un 'fashion victim' de la época en palabras de Solana--, Maerten van Heemskerck, Tiziano Vecellio y Adriaen Thomasz, representando a Guillermo I de Orange quien fue traicionado por su esposa en un 'affair' con el padre del artista Rubens, del que se puede ver el retrato de una joven dama.

Entre los retratos destaca el 'San Jerónimo penitente' de José de Ribera, así como el autorretrato de Rembrandt con gorra y dos cadenas con las que se quería representar al estilo noble del siglo XVI.

'HABITACIÓN DE HOTEL' DE HOPPER

La bisagra que sirve para hacer el tránsito de lo clásico a lo moderno es un expresivo autorretrato temprano del alemán Max Beckmann, al que sigue un juguetón retrato de Pablo Picasso a un arlequín que, según los primeros esbozos, debía representar a su persona y con el que juguetea con los denostados cánones neoclásicos para llegar, finalmente, a la 'Habitación de hotel' de Edward Hopper.

La destrucción del objeto se ve bajo el prisma de William M.Harnett, Paul Cézanne, Alexandra Exter, Juan Gris, Georgia O'Keeffe Yuri Annenkov y Paul Klee entre otros, mientras que el ámbito del paisaje traza un recorrido desde las grandes vistas hasta la representación del interior del bosque, cuya pintura se asemeja a la pintura del interior de una catedral.

El recorrido culmina con las pinturas del laberinto urbano que representan las ciudades con visiones contrastadas de misticismo y teatralidad de Canaletto y Michele Marieschi a la fragmentación de Max Weber, Lyonel Feininger y Richard Estes --estos dos últimos con obras sobre Nueva York--.

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