Temporada Alta cierra su 25 edición rozando la plena ocupación, con un 96% histórico

Temporada Alta cierra su 25 edición rozando la plena ocupación, con un 96% histórico
Temporada Alta cierra su 25 edición rozando la plena ocupación, con un 96% histórico
EUROPA PRESS
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El 25 Festival de Tardor de Catalunya --Festival Temporada Alta de Salt/Girona-- ha cerrado su edición más internacional rozando la plena ocupación, con un 96,31%, una cifra histórica, ha explicado este martes el director del certamen, Salvador Sunyer.

En rueda de prensa, ha concretado que en los últimos siete años el festival se había situado por encima del 90%, pero que "no se había llegado nunca a esta barbaridad".

Para alcanzar estos datos, Sunyer ha destacado que han influido especialmente la programación del festival, el hecho de que es una cita muy vinculada al territorio, y las acciones de comunicación, ha sintetizado.

CASI 50.000 ESPECTADORES

En concreto, el certamen ha logrado 47.728 espectadores entre 99 espectáculos, algunos de ellos de creadores internacionales como Milo Rau, Guy Cassiers, Peter Brook, Thomas Ostermeier, Oskaras Korsunovas, Krystian Lupa y Alain Platel, entre 30 producciones de 18 países.

Sunyer ha celebrado que la internacionalización del festival permite mezclar a artistas locales con extranjeros, además de que producciones locales hagan gira extranjera, un total de ocho este año.

En total, han sido 32 estrenos absolutos, 28 producciones y coproducciones, 60 propuestas de autoría catalana, 27 espectáculos de creación contemporánea y los 30 montajes internacionales.

Con una media de edad de 41 años y un precio medio de 15,68 euros de entrada, el festival ha llegado a nueve poblaciones y hasta 28 escenarios, con la incorporación como novedad este año de nuevos espacios que nunca habían sido sede del festival, con un total de 14 escenarios no convencionales.

LA OCUPACIÓN, "UNA DEBILIDAD"

Sunyer ha asegurado que entre los retos del festival está precisamente la ocupación, ya que estas elevadas cifras generan un peligro económico muy grande, "siendo una debilidad".

A su juicio, esta elevada ocupación significa que muchos espectadores se quedan fuera, lo que no se arregla solamente prolongando funciones porque no siempre éstas se financian con su propia taquilla.

"Yo creo que las instituciones, en los próximos años, no pondrán más dinero en cultura, lo cual sería deseable", ha dicho Sunyer, que ve como una solución el dinero privado.

También ha asegurado que la estructura financiera del festival es un reto, por lo que ha pedido convenios de tres años a las administraciones que permitan trabajar a largo plazo: "Temporada Alta es frágil".

Entre las líneas de futuro estará bajar los precios más caros y subir un poco los baratos, así como seguir desestacionalizando el festival en Iberoamérica --con presencia en Argentina, Uruguay y Perú--.

Próximamente se planteará un proyecto transfronterizo con Perpignan y otro con Notodofilmfest de Madrid de cortometrajes, además de adelantar los horarios de las funciones.

"La idea es que el nombre de Temporada Alta corra por Iberoamérica y España", ha explicado Sunyer, que asimismo ha lamentado que el IVA siga siendo del 21%, lo que hace que el Gobierno financie al festival con 59.000 euros, y el festival dé 121.000 a Hacienda en concepto de entradas, de modo que quizás la ayuda pública debe considerarse como un descuento y no una subvención, ha dicho.

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