Las mejores frases del más antirracista National Book Award que ya está en España

  • Entre tú y yo de Ta-Nehisi Coates es una carta de un padre negro a su hijo que ha conmocionado a la sociedad americana. Ya está en las librerías españolas (editorial Seix Barral). 

Ta-Nehisi Coates
Ta-Nehisi Coates
M.T.
M.T.

La literatura negra ha revolucionado EEUU, más aún, la literatura antirracista, la que habla de los suburbios, de la injusticia racial, de la esclavitud. Es la que está triunfando en los últimos años en los premios literarios de los EEUU. 

Entre tú y yo de Ta-Nehisi Coates, que ha llegado ya a las librerías españolas, es una carta de un padre a su hijo. Una profunda reflexión sobre la realidad social de la Norteamérica actual que recoge grandes temas universales como la discriminación, la desigualdad y el activismo necesario para combatirlas se alzó con el National Book Award 2015, finalista del Pulitzer 2016, finalista del PEN Literary Awars de 2015, finalista del National Book Critics Circle Award de 2015, entre otros premios.

Ta-Nehisi Coates es editor en la revista The Atlantic, donde escribe artículos sobre cultura, política y temas sociales. Su labor periodística ha sido premiada en varias ocasiones. Anteriormente, había trabajado en The Village Voice, Washington City Paper y Time, y había colaborado con The New York Times Magazine, The Washington Post, The Washington Monthly y O Magazine entre otras publicaciones.

Es autor del libro de memorias The Beautiful Struggle y de Entre el mundo y yo, ganador del National Book Award 2015 de no ficción y en la lista de más vendidos del The New York Times desde su publicación, además de ser considerado "uno de los diez mejores libros del año" por las publicaciones más prestigiosas.

Constituida como una fundación los National Book Awards se sostienen desde hace 67 años gracias a la industria y a donaciones particulares, y su misión es el fomento de la literatura estadounidense y de la lectura.

March (La marcha), la tercera entrega de una novela gráfica sobre el movimiento de los derechos civiles, en la que han trabajado Andrew Aydin y Nate Powell junto a una de las figuras icónicas de aquel movimiento político, John Lewis, se alzó con el premio a la mejor obra de literatura juvenil.

John Lewis hizo historia al conseguir que una novela gráfica gane por vez primera este prestigioso galardón, el congresista emocionó con su discurso ofrecido al recibir el premio. En él recordaba cómo siendo adolescente se le denegaba la entrada a la biblioteca pública por ser negro.

Este año tomó el testigo en la no ficción Ibram X Khadi con Stamped from the Beginning (Marcados desde el principio), un libro que recorre la historia del ideario racista en Estados Unidos. Colson Whitehead con Underground Railroad (El ferrocarril subetrráneo) también recibió su premio hablando de la esclavitud. Con The Sellout, Paul Beatty recibía el Man Booker por su novela satírica 'The Sellout', convirtiéndose en el primer estadounidense que recibe el prestigioso reconocimiento literario en los 48 años de historia del certamen. Algo está moviéndose en el mundo literario...Estas son las frases más impactantes de Entre tú y yo, un alegato contra el racismo:

Los americanos creen en la realidad de la raza como rasgo definido e incuestionable del mundo natural.

Te escribo ahora que tienes quince años. Y te escribo porque éste ha sido el año en el que has visto cómo estrangulaban a Eric Garner  por vender cigarrillos...

... porque ahora sabes que a Renisha McBride la mataron por pedir ayuda...

... que a John Crawford lo mataron por estar de compras en unos grandes almacenes...

...y has visto cómo unos hombres con uniforme pasaban con el coche y asesinaban a Tamir Rice, un niño de 12 años al que habían jurado proteger.

A los departamentos de policía  de tu país  le han otorgado autoridad para destruir tu cuerpo. 

A quienes los destruyen casi nunca les hacen responsables de ello, a la mayoría simplemente les pagan una pensión.

Mi padre me pegaba como si alguien me fuera a llevar, porque eso era lo que pasaba todo el tiempo a nuestro alrededor.

A todo el mundo se le había llevado algún hijo las calles, la cárcel, las drogas o las armas de fuego.

Los padres zurraban a sus hijos y estos empleaban la misma justicia en las calles.

Teníamos miedo de quienes más nos querían. Nuestros padres recurrían al cinturón. 

Ser negro en el Baltimore de mi juventud significaba estar expuesto a las armas, puños, navajas, crack, violaciones o enfermedades.

En las calles si te equivocabas en las respuestas te arriesgabas a una paliza, un tiro o un embarazo. No se salía indemne. 

La energía que emana del peligro constante, de una vida de experiencias de proximidad a la muerte, resulta excitante. 

El escándalo y la mala educación daban un sensación de poder.

La frase los mansos heredarán la Tierra no significa nada para mí. En West Baltimore a los mansos les partían la cara, en Walbrook Junction los pateaban, en Park Heights les daban palizas, en la cárcel los violaban. 

Mi entendimiento del universo era físico, y su arco moral descendía del caos y terminaba en un ataúd. 

¿Cómo podían soltarnos a esas calles y hablarnos de pacifismo?

Fracasar en la escuela justificaba ser destruido en las calles. 

A mí me encantaba Malcolm porque Malcolm no mentía nunca. 

Malcolm fue el primer pragmatista político que conocí y el primer hombre honrado que oí.

Mi única Meca es y será siempre la Howard University.

Nosotros no elegimos nuestras verjas. Nos las impusieron  unos plantadores de Virginia obsesionados con esclavizar a todos los americanos que pudieran.

Todo el mundo que tiene alguna importancia, de Jesuscristo a George Washington era... blanco.

La lucha está en tu nombre, Samori. te pusimos ese nombre por Samori Touré, que luchó contra los colonizadores franceses por el derecho sobre su propio cuerpo negro. 

Te he criado para que respetes a todos los seres humanos.

Nunca olvides que en este país, EEUU, hemos vivido más tiempo esclavizados que libres. 

Nunca olvides que durante 250 años la gente negra nacía encadenada.

Generaciones enteras no conocieron nada más que cadenas. 

Los esclavos fueron gente convertida en combustible para la maquinaria americana.

No puedes olvidar cuánto nos robaron y cómo transformaron nuestros cuerpos mismos en azúcar, tabaco, algodón y oro. 

El problema de la policía no es que sean fascistas, es que nuestro país está gobernado por cerdos antiminorías.

Las personas negras amamos a nuestros hijos de forma obsesiva. Sois todo lo que tenemos y ya nos llegáis en peligro.

Hasta que llegaste tú yo no entendía este amor, no entendía la fuerza con que mi madre me cogía de la mano.

Yo no siempre tuve cosas pero siempre tuve gente. 

Nunca he sido una persona violenta.

Nunca he sentido orgullo por la violencia justificada.

Solamente por medio de las fustas para caballos, las tenazas, los atizadores de hierro, las sierras de mano, las piedras, los pisapapeles se pudieron romper el cuerpo negro, la familia negra, la comunidad negra y la nación negra. 

Los cuerpos se pulverizaban hasta convertirlos en mercancía y se marcaban para distinguirlos. 

Si mi vida terminara hoy te diría que he tenido una vida feliz, que obtuve  gran placer del estudio y de esa misma lucha en la que ahora intento enrolarte.

Las preguntas importan tanto como las respuestas, o quizás más.

Me gustaría haber sabido más y me gustaría haberlo sabido antes.

Me habría encantado tener otro pasado que no fuera el miedo.

Quería que tuvieras tu propia vida, al margen del miedo.

Tu madre tuvo que enseñarme a quererte.

A los once años mi prioridad básica era la simple seguridad de mi cuerpo. Mi vida era una negociación inmediata con la violencia, dentro y fuera de mi casa. Pero tú ya tienes expectativas.

Estoy muy orgulloso de ti, de tu apertura, de tu ambición, de tu empuje y de tu inteligencia.

El Sueño americano es es el mismo hábito que pone en peligro al planeta, el mismo hábito que se encarga de almacenar nuestros cuerpos en prisiones y guetos.

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