Antología repasa la sencilla, desnuda y deslumbrante poesía de Jiménez Lozano

  • Roberto Jiménez.

Roberto Jiménez.

Valladolid, 24 abr.- Una antología, al cuidado de Enrique García-Máiquez, ha reavivado el rescoldo de los veinte años de poesía (1992-2012) que ha cumplido el escritor José Jiménez Lozano, un poeta embozado que sorprende por el "deslumbramiento" de versos concebidos desde la "sencillez y desnudez" de sus formas.

"Empezó a publicar poesía muy tarde, por libre y sin pertenecer a ninguna escuela o grupo que, por desgracia, a veces son necesarios para hacerse visible. Y además, en su obra ha tenido mucho más peso la vertiente narrativa y ensayística", ha explicado esta mañana a Efe el poeta García-Máiquez, autor de "El precio" (Renacimiento), la primera antología poética de José Jiménez Lozano.

Esas circunstancias explicarían la paradoja que, en opinión del responsable de esta selección, supone la poca estima que Jiménez Lozano tiene de sí mismo como poeta, a pesar de haber publicado ocho libros adscritos a este género literario con gran consideración por parte de crítica y lectores.

"Por eso no entiendo, por una parte, que sus primeros poemarios sean prácticamente inencontrables y, por otra, que un Premio Cervantes no haya sido objeto hasta ahora de una antología poética", ha insistido García-Máiquez, también docente en el IES "Virgen del Carmen" de Puerto Real (Cádiz).

Los versos de Jiménez Lozano (Langa -Ávila-, 1931) no acusan ni grandes retóricas, ni recursos, ni vericuetos estilísticos, sino una "grandísima sencillez" resultante de versos muy meditados, pensados y cimentados en la relación entre el hombre y la naturaleza con influencias "muy personales" de escritores y filósofos.

Ocho libros ha releído García-Máiquez para seleccionar los 130 poemas que integran "El precio", título de esta antología tomado de una de los poemas de "Elegías menores" (2002) como síntesis de mensaje y declaración de intenciones.

"Matinales neblinas, tardes rojas,/ doradas; noches fulgurantes, y la llama, la nieve;/ canto del cuco, aullar de perros,/ silente luna, grillos, construcciones de escarcha;/ amapolas, acianos, y desnudos árboles de invierno entre la niebla;/ (...) Todo esto hay que pagarlo con la muerte./ Quizás no sea tan caro./", son algunos de esos versos.

Sí ha apreciado el autor de esta antología una "clara evolución" en la escritura poética de Jiménez Lozano, desde las primeras entregas donde se aprecia "una mayor voluntad de construcción poemática", con construcciones largas, hasta las últimas "en que se desnuda y termina siendo una visión, un fogonazo lírico", plasmadas en poemas muy breves.

No obstante esta "depuración" y "deslumbramiento", se percibe "muy claramente una trayectoria y un propósito poético" en el autor de "Tantas devastaciones" (1992), "Un fulgor tan breve" (1995), "El tiempo de Eurídice" (1996), "Pájaros" (2000), "Elegías menores" (2002), "Elogios y celebraciones" (2005), "Anunciaciones" (2008) y "La estación que gusta al cuco" (2010).

Han pasado tres años, por tanto, del último poemario de José Jiménez Lozano, pero su inspiración lírica también late en sus relatos cortos, novelas y especialmente en sus diarios donde desliza pequeños poemas que rubrican pensamientos vertidos o irrumpen como un fulgor de belleza.

"Se ha metido tanto en su vida, que ya no se puede hablar de libros de poesías, sino de poemas inmersos en su vivir cotidiano", ha sostenido García-Máiquez.

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