Banon evita citar en su libro a DSK y se refiere a él como cerdo o babuino

  • La periodista Tristane Banon, de la que mañana se publica un libro en el que narra los motivos que la llevaron a denunciar al exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn, no le cita en ningún momento por su nombre, sino por alusiones que hablan del "cerdo" o "babuino" que le "robó" la vida.

París, 12 oct.- La periodista Tristane Banon, de la que mañana se publica un libro en el que narra los motivos que la llevaron a denunciar al exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn, no le cita en ningún momento por su nombre, sino por alusiones que hablan del "cerdo" o "babuino" que le "robó" la vida.

"Le Bal des hypocrites" se lanza no como un arreglo de cuentas, según la editorial "Au Diable Vauvert", sino como una revelación dirigida a explicar el porqué se atrevió a llevar ante la Justicia a Strauss-Kahn con acusaciones de agresión sexual.

En esas 128 páginas, según extractos a los que ha tenido acceso la cadena de televisión francesa BFM, evita hablar del político y economista galo de manera directa, para hacerlo mediante expresiones como "cochon" (cerdo/guarro) o "l'homme babouin", comparándolo con ese tipo de primates corpulentos y de potente mandíbula.

En ese relato no cita tampoco por su nombre a todos aquellos que considera que la han traicionado, como el socialista François Hollande, que según la joven estuvo al corriente de la presunta agresión y le recomendó que la denunciara, pero que desde que se desató el escándalo ha negado haber intervenido en el mismo.

Ocho años después de ese supuesto incidente, Banon, al parecer, sigue teniendo problemas para pronunciar el nombre de Strauss-Kahn, y según Marion Mazauric, fundadora de la editorial que le publica, prefiere recurrir a adjetivos como "malo" o "villano".

Su libro, "breve pero potente", y escrito como una suerte "de diario retroactivo", comienza en mayo, cuando el exdirigente fue denunciado en Nueva York por una empleada de un hotel, y finaliza en julio, mes en que Banon le acusó a su vez en los tribunales galos.

Mazauric explica que para la escritora desahogarse por escrito fue una manera de "resistir a la presión", y se congratula de que frente a ofertas más atractivas de otras editoriales, optara por la suya por sus "compromisos feministas".

"No está animada por el mercantilismo", precisa la editora al periódico "L'Express", donde asegura que Banon tiene la intención de entregar a asociaciones feministas las ganancias que se generen con esta obra, de la que se ha impreso una primera tirada de 40.000 ejemplares.

Mostrar comentarios