Caballos emergidos del mar despiden de Italia el Lapidarium del azteca Aceves

  • Una veintena de caballos de grandes dimensiones emergiendo del mar en Pietrasanta fue hoy la despedida de esta localidad italiana de la muestra Lapidarium, del escultor mexicano Gustavo Aceves, que lanzó así la exhibición de su obra completa por el mundo.

Rubén Caramazana

Pietrasanta (Italia), 24 may.- Una veintena de caballos de grandes dimensiones emergiendo del mar en Pietrasanta fue hoy la despedida de esta localidad italiana de la muestra Lapidarium, del escultor mexicano Gustavo Aceves, que lanzó así la exhibición de su obra completa por el mundo.

Con este acto Aceves se despidió de esta localidad toscana, cuna de escultores, donde Miguel Ángel esculpió el David y la Piedad, con la asistencia del cineasta mexicano Alfonso Cuarón y el secretario de la Comisión de Bienes Culturales de la Iglesia Católica, Francesco Buranelli, entre otros.

La obra del artista plástico Aceves, antes residente en París y ahora en Pietrasanta, donde dio forma a este proyecto, consta de cien caballos "irrepetibles y únicos" que "son como caballos de Troya mezclados con una barca del Caronte", según explicó a Efe el propio autor.

Al tratarse de un proyecto todavía en desarrollo ("work in progress"), tan solo una parte del centenar de caballos se exhiben repartidos por el centro histórico de la villa toscana, situada a unos kilómetros de Carrara, centro de la industria del mármol por la que es reconocida la zona.

Aceves desgranó que Lapidarium es un plan que "nace en el África negra" a partir de un viaje y "una experiencia personal", e indicó que está relacionado con el fenómeno de la migración, del "hombre que salió de África para habitar el resto del mundo" y que hoy sigue saliendo de allí "pero no por aventura sino por supervivencia".

"Intento que los caballos lleguen a buen puerto, pero contaría una película que tampoco yo conozco, un final que no sé. Yo estoy atento a lo que los caballos dicen. Estoy siguiendo una línea que están trazando ellos. Lo que hago es continuar con el proyecto. Cómo será el caballo número 100 no lo sé", afirmó.

El cineasta Cuarón, amigo de Aceves y residente ocasional en Pietrasanta, dijo a Efe que lo "impresionante de la obra de Gustavo es la claridad conceptual que hay detrás de la parte estética".

"Estéticamente es impresionante, son masivos, son monumentales estos caballos, es una escultura casi pictórica, pero la claridad y la lucidez conceptual detrás, la temática, los temas de la migración y de la injusticia humana están presentes en cada una de sus esculturas", opinó.

Cuarón añadió que cuando Aceves le invitó a su estudio para ver el proyecto se dio cuenta de que "era algo masivo" que le tenía "siempre haciendo cosas, haciendo caballos".

"Me parece un proyecto un poco una locura, pero soy la última persona que puede hablar de que el proyecto de Gustavo era una locura porque yo estaba haciendo otro que decían que era imposible, que era 'Gravity'", dijo Cuarón, ganador del Óscar al mejor director por la mencionada película.

Sobre lo desmesurado de Lapidarium, Aceves afirmó que "hay veces que las cosas tienen que decirse un poco más fuerte para ser escuchadas".

"Siento que si hacía pocas esculturas podrían ser absorbidas por el propio mercado, galerías, un circuito del arte que no me interesa en absoluto. La idea es intentar mantener la unidad del conjunto de caballos", aseveró.

El escultor mexicano avanzó que, para los próximos tres años, ya tiene "algunas invitaciones" para exponer sus caballos en otros sitios de Europa, Asia y finalmente terminar su recorrido en la Ciudad de México.

Aceves detalló que habrá una "escala importante" de Lapidarium en el puerto de San Juan de Ulúa, en Veracruz (México), puesto que este sitio "es un lugar simbólico" para él por ser "el lugar por donde el caballo, icono de Occidente, llegó a América, de la mano de Hernán Cortés, en 1519".

Al ser requerida una interpretación de su creación, el escultor afirmó que él intenta "teorizar lo menos posible" porque le interesa "que a través de la experiencia personal de cada uno se haga la interpretación de la obra".

Refiriéndose a esto mismo, Cuarón aseguró que "lo que es bien interesante es que la parte temática la gente no la tiene por qué digerir intelectualmente, sino que es un impacto emocional".

"Esto lo puedo ver porque esta obra ha batido récords en Pietrasanta, la gente rodea los caballos y queda como hipnotizada y no deja de tomar fotografías. Son muy comentados alrededor", concluyó el cineasta.

Mostrar comentarios