Christina Rosenvinge dice que le gusta ver entre el público que no es parte de una moda

  • Valencia.- La artista Christina Rosenvinge está "muy satisfecha" por el recorrido comercial que está teniendo su último disco, "La joven Dolores", y reconoce que le gusta ver entre su "variopinta" parroquia a menores de 20 años, pues refleja que no tiene un público tipo ni es parte de "una moda".

Christina Rosenvinge dice que le gusta ver entre el público que no es parte de una moda
Christina Rosenvinge dice que le gusta ver entre el público que no es parte de una moda

Valencia.- La artista Christina Rosenvinge está "muy satisfecha" por el recorrido comercial que está teniendo su último disco, "La joven Dolores", y reconoce que le gusta ver entre su "variopinta" parroquia a menores de 20 años, pues refleja que no tiene un público tipo ni es parte de "una moda".

En una entrevista a EFE, Rosenvinge se muestra "agotada" pero contenta por la promoción, tanto mediática como de conciertos, que afronta para presentar la continuación de "Tu labio superior", que en 2008 logró aunar las mejores críticas e, incluso, colarse en unas listas de éxitos que menguaban ya en cifras pero, por contra, empezaban a albergar discos de corte independiente.

Valencia acoge esta noche la primera parada de una gira nacional que llevará hasta abril a la compositora madrileña por Castellón, Hospitalet, Málaga, Madrid, Valladolid, Vitoria, Bilbao, Pamplona, Girona y Lleida.

Y después, posibles actuaciones en festivales de verano, aunque, "si al final no sale nada, no me importa quedarme en la playa; me gusta irme de vacaciones, como a todo el mundo", bromea.

A finales de enero pudo defender ya los temas de su nuevo disco en formato acústico, sin banda, y considera que ésa fue "una buena manera de tomar contacto" con temas como "Mi vida bajo el agua", "Jorge y yo", "La noche del incendio", "Eva enamorada" o "La idiota en Mi (mayor)", esta última a dúo con el francés Benjamin Biolay y grabada con motivo del Día de la Música.

"Estamos teniendo una respuesta muy buena, está todo el mundo muy contento", insiste una artista que comenzó el siglo XXI abrazada al mundo alternativo neoyorquino, incluyendo una fructífera alianza con miembros de Sonic Youth y grabando discos en inglés alabados por la crítica (desde "Frozen pool" hasta "Continental 62") pero con escasa repercusión comercial, y a quien el reconocimiento masivo de los últimos dos años le ha hecho acometer cambios en su vida personal.

"Tienes que organizarte mejor", confiesa a EFE esta madre de familia que en mayo cumplirá 47 años y para quien la nueva gira será "muy divertida" por la buena compenetración sonora que se producirá entre los temas de sus dos últimos trabajos.

En estos meses, entre concierto y concierto, intentará escuchar discos que tiene en la recámara, desde una antología de folk hasta el último de Joanna Newsom. "Soy de la vieja escuela", anuncia para recalcar que hace tiempo que no actualiza el contenido de su reproductor MP3 y que prefiere oír un CD mientras lee las letras en el libreto.

Sobre la expectación ante los nuevos trabajos de compositoras como ella misma, Lourdes Hernández (Russian Red) o Ana Fernández Villaverde (La bien querida), se muestra "sorprendida" por ese interés mediático y señala que "la suerte de estar siempre en Babia" es que no siente "tanta presión" para afrontar cada nuevo disco o proyecto y, así, es más difícil que pueda poder hacer algo "mediocre" o de lo que luego pueda no sentirse orgullosa.

En cuanto al futuro, Christina Rosenvinge desconoce su rumbo: "Tengo muchas ideas en la cabeza", desde finalizar un proyecto junto a Raül Fernández (de Refree) para musicar una película de Robert Bresson hasta dar forma a las nuevas canciones que ha ido escribiendo desde que alumbrara, el pasado verano, su particular visión de los mitos femeninos de la religión en "La joven Dolores".

Carlos Bazarra

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