Alfredo Landa muere a los 80 años, con discreción y lejos de los focos

  • Alfredo Landa ha fallecido hoy en Madrid, a los 80 años, en silencio y sin armar ruido. Nada que ver con sus declaraciones explosivas, su hablar fuerte y un carácter que le llevaba a decir lo que quería en cada momento sin importarle las consecuencias.

Madrid, 9 may.- Alfredo Landa ha fallecido hoy en Madrid, a los 80 años, en silencio y sin armar ruido. Nada que ver con sus declaraciones explosivas, su hablar fuerte y un carácter que le llevaba a decir lo que quería en cada momento sin importarle las consecuencias.

Fuera de la vida pública desde 2008 y con un precario estado de salud sobre el que mucho se especuló, Landa estaba internado en una residencia cercana a su casa madrileña y mañana será incinerado en el tanatorio en la localidad madrileña de Colmenar Viejo.

Poco más ha trascendido sobre la muerte de uno de los grandes nombres del cine español. Su familia no ha querido ofrecer más detalles y ha preferido permanecer apartada de los focos en este momento.

Sus amigos han respetado ese deseo y tampoco han dado más detalles de cómo y dónde ha fallecido un actor cuya trayectoria conforma por sí sola gran parte de la historia del cine español.

Una trayectoria en la que coincidió con gran parte de los profesionales del cine, algunos de los cuales se han mostrado desolados por la desaparición de Landa.

Es el caso de Concha Velasco, que tras enterarse de la noticia "no para de llorar" y no se encuentra en condiciones de atender a los medios, según ha explicado a Efe su hijo Manuel.

Con un rotundo "se ha muerto mi hermano" ha reaccionado José Sacristán, para quien Landa era "el primero siempre en todo", el "más firme" en sus convicciones y de una "rotundidad aplastante".

"Me llamó a última hora de esta mañana su hijo Alfredo para decirme que había fallecido y solo pude aguantar las lágrimas", ha explicado a Efe el actor.

Igualmente entristecida se ha mostrado Concha Cuetos, con quien trabajó en varias ocasiones, entre ellas en la serie de televisión "Tristeza de amor". "Tengo mi paraíso frente al mar, en Marbella, encima de su casa, porque él se empeñó", explicaba la actriz con cariño. "Ha sido el gesto de amor más importante que alguien ha hecho por mí".

La directora Gracia Querejeta ha destacado la "enorme versatilidad" de Landa; Beatriz Carvajal el hecho de que trabajar con él era un "continuo aprendizaje"; Gerardo Vera, que fue "el iceberg de una generación de grandes" y el crítico e historiador cinematográfico Diego Galán que era "muy leal" y jamás se arrepintió de haber rodado ninguna de las películas de la época del landismo.

Y desde el Gobierno y las instituciones también ha habido declaraciones de pésame.

Los Reyes y los Príncipes de Asturias han enviado mensajes de pésame a la viuda de Alfredo Landa, en los que transmiten sus condolencias y cariño, al tiempo que recuerdan la extensa e importante carrera del fallecido actor navarro.

El Gobierno de Navarra ha expresado sus "condolencias" por el fallecimiento del actor y la presidenta, Yolanda Barcina, ha mostrado su reconocimiento a Landa por llevar el nombre de Navarra con "orgullo y ejemplaridad".

Mientras que la directora general del Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Susana de la Sierra, ha lamentado profundamente la muerte de "uno de nuestros grandes cómicos" que, además, "se hacía querer".

Aunque ha sido Twitter la vía por la que han llegado más expresiones de condolencia. Desde Antonio de la Torre a Santiago Segura, pasando por Pedro J. Ramírez, Javier Cámara o David Bisbal, pero sobre todo un aluvión de personas anónimas que recordaban al actor navarro.

Porque si algo era Landa era un actor querido por un público que le fue fiel durante sus casi 50 años de carrera.

Desde que debutara en 1956 como extra en "La vuelta al mundo en ochenta días", Landa encadenó un proyecto tras otro y casi todos con éxito.

"Atraco a las tres", "La niña de luto", "Historias de la televisión", "Los guardamarinas", "Las que tienen que servir", "Novios 68", "Los que tocan el piano" o "Cateto a babor" son títulos que han quedado en el recuerdo de todos los españoles.

Con "No desearás al vecino del quinto" batió récords de taquilla y con "Vente a Alemania, Pepe" o "Manolo, la nuit" terminó de apuntalar el "landismo", ese término acuñado por su forma de ser y de hacer, toda una escuela de la actuación y del orgullo de ser español, bajito y un tanto charlatán.

Y a partir de "Las verdes praderas" (1979) un cine más serio y reposado ofreció una mayor amplitud de registros de un actor que demostró que era capaz de mucho.

Le siguieron "El crack", pero sobre todo "Los santos inocentes" (1984), con la que logró llegar a lo más alto de su carrera al lograr el premio de interpretación de Cannes ex-aequo con su compañero de reparto y otro grande del cine español, Paco Rabal.

Aún llegarían más películas y series de televisión hasta que en 2007 y con un proyecto del que hasta entonces había sido su gran amigo, José Luis Garci, dijo adiós al cine.

Recogió un Goya de Honor ese año y varios reconocimientos más en 2008. Luego desapareció de la vida pública, fue apagándose poco a poco hasta que hoy se ha ido mucho mas discretamente de lo que vivió.

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