El artista octogenario Manuel Martín une en una muestra 30 años de fotografía

Thais Lozano

León, 17 feb.- Empezó en la fotografía con diapositivas en placas de vidrio y, aunque lamenta no poder vivir "todo lo que queda por descubrir" de la "recién nacida" fotografía digital, el artista octogenario Manuel Martín ha logrado adaptarse a las nuevas técnicas sin menguar la calidad de sus primeras instantáneas.

Tras las placas de cristal llegaron a sus manos las diapositivas de 35 milímetros, muchas de las cuales se mezclan con fotografía puramente digital en su exposición "Memoria de la Luz", que ocupará dos salas del Museo de León hasta el próximo 7 de abril.

Sesenta imágenes inéditas de gran formato tomadas entre mediados de la década de los años 80 hasta la actualidad componen esta exposición en la que la figura humana, el paisaje y sobre todo el color y la luz son protagonistas.

"La luz y el color me sirven para romper con el blanco y negro, una técnica en la que se puede decir que nací y por la que me interesaba antes que nadie", comenta el autor en una entrevista con Efe.

Manuel Martín (León, 1933) se muestra "en contra de las modas" y considera que ahora "la tendencia es volver al blanco y negro" cuando, a su juicio, la mejor cualidad de las nuevas técnicas fotográficas es la captación de la luz y del color. "Nuestra época es la del color y hay que aprovecharlo", agrega.

Martín, quien batalló durante años con la técnica del revelado y con máquinas pesadas y de gran tamaño, asegura que le "entusiasmaría" trabajar "dentro de un montón de años" con las futuras técnicas digitales, llegar a ver avanzar la tecnología hasta el punto de llevar, "como quien lleva unas llaves en el bolsillo", una "minicámara" de inmejorable calidad.

Recuerda una exposición que realizó en León en 1965, con imágenes en blanco y negro tomadas en los Picos de Europa, cuando la fotografía "era tan costosa" que obligaba al artista a estar "muy seguro" antes de disparar, al tiempo que lamenta que ahora el mundo digital traiga consigo una pérdida de interés.

"Se tiran tantas fotografías que después se meten en el ordenador y ahí quedan, nadie se vuelve a preocupar de ellas", critica.

No obstante, para Martín, las nuevas técnicas han motivado que la fotografía ahora sea más valorada.

"Antes apenas había derechos de autor ni se firmaban las fotos y ahora, que sí que se cuida ese aspecto, no se vigila la calidad", asegura.

Una primera sala de la muestra está dedicada a León, mientras que otra sala cuenta con imágenes de una veintena de ciudades de países como Italia, Alemania, Portugal, Jordania o Egipto, un recuerdo de sus múltiples viajes con la cámara como acompañante.

Completan la muestra, con la que Martín ha querido dar una "visión general" de todo lo que es su archivo algunas imágenes aéreas con el mar, el cielo y las nubes como telón de fondo.

"Las fotos no las hace la cámara, sino el fotógrafo, y una verdadero profesional debe siempre dejarse llevar por su intuición", aconseja.

Tras haber trabajado con distintas técnicas y haber asistido "en activo" a la evolución de la fotografía en el último medio siglo, Martín se muestra convencido de que el futuro de esta disciplina "puede ser maravilloso" siempre y cuando "la gente se preocupe de formarse y de no perder la sensibilidad". EFE

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