El artista taiwanés Lee Mingwei invita al público a intimar con desconocidos

  • Antonio Hermosín.

Antonio Hermosín.

Tokio, 20 sep.- Cenar y compartir dormitorio con un desconocido o enviar cartas y regalos a extraños son algunas de las experiencias a las que invita el artista taiwanés Lee Mingwei en sus instalaciones, donde no existen barreras entre el público y la obra.

La primera gran retrospectiva organizada sobre este creador contemporáneo, uno de los mayores exponentes del "arte participativo", concede todo el protagonismo al visitante y le invita a establecer "encuentros íntimos cara a cara" con el propio artista y con otras personas.

La exposición "Lee Mingwei y sus relaciones. El arte de la participación" puede visitarse desde hoy hasta el 4 de enero en el Museo Mori de la capital nipona, y consiste en quince instalaciones que abren múltiples interrogantes sobre las relaciones humanas y sobre el concepto del arte.

Los asistentes pueden recoger una flor y entregarla a la primera persona con quien se crucen al salir, escribir una carta y dejarla en una estantería para otros visitantes, o participar en un sorteo para cenar a solas con el artista sobre un tatami instalado en el museo e incluso pasar la noche con él en una de las galerías.

Sobre el suelo de una de las salas, Mingwei ha reproducido el "Guernica" de Pablo Picasso con arena de distintos colores, y durante un día se permitirá a los visitantes pasear sobre la obra y dejar sus huellas marcadas.

Así, las aportaciones del público pasan a formar parte de la muestra y de sucesivos trabajos del artista, quien también filma sus encuentros con extraños para proyectarlos posteriormente en la exposición.

"Lo que habéis visto es menos del 40 por ciento de la exposición. Durante los próximos cien días, llenaremos estas salas de contenido con vuestra ayuda", dijo Mingwei al presentar la muestra a los medios.

"Estas instalaciones dependen totalmente de la generosidad de los extraños. Por favor, participad como creáis conveniente y disfrutad de la belleza de cada uno de esos pequeños actos", añadió el taiwanés en su breve intervención en rueda de prensa.

La retrospectiva también incluye obras de otros artistas que han ejercido una gran influencia sobre Mingwei, entre los que destacan los maestros del budismo zen Hakuin Ekaku e Imakita Kosen y nombres más actuales como el artista francés Yves Klein o el polifacético músico estadounidense John Cage.

Además, se exhiben trabajos de los creadores japoneses contemporáneos Ozawa Tsuyoshi y Tanaka Koki, quienes exploran las relaciones humanas en contextos como el de la región nipona de Fukushima tras la catástrofe nuclear de marzo de 2011.

Mingwei (1964) decidió lanzarse al "arte participativo" después de asumir que no era "ni buen pintor ni buen escultor", y al encontrar su mayor fuente de inspiración en "las relaciones entre extraños", según explicó.

"Para mí, no hay nada que tenga más fuerza poética que el contacto humano cara a cara entre dos desconocidos", dijo el artista taiwanés y residente en Nueva York.

"La gente suele sentirse amenazada al encontrarse con extraños. Pero creo que esas reticencias se pueden diluir si mostramos generosidad y amabilidad", señaló al ser preguntado por un periodista nipón sobre su impresión de las relaciones humanas en la actualidad.

Mingwei ha protagonizado exposiciones individuales en centros como el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) o el Museo de Arte de Los Ángeles, y ha participado diversos eventos internacionales en las bienales de Venecia y Lyon o en la Trienal Asia-Pacífico de Arte Contemporáneo.

Su proyecto "Male pregnancy" (Embarazo masculino), en el que se retrataba a sí mismo con un embarazo simulado con efectos digitales, le catapultó a la fama mundial a finales de la década de los 90 y generó reacciones encontradas de la crítica especializada.

Tras exhibirse en Japón, su primera gran retrospectiva viajará a Nueva Zelanda y posteriormente a Estados Unidos, en centros aún por confirmar.

Mostrar comentarios