El Cid: "no me explico cómo se me puede atragantar tanto la espada en Madrid"

  • "El Cid" emborronó con los aceros una gran faena al único toro que sirvió de la corrida de hoy en Las Ventas, algo que no es novedoso en él, pues son ya varios los triunfos que ha dejado escapar en esta plaza en la suerte suprema: "no me explico cómo se me puede atragantar tanto la espada en Madrid".

Javier López

Madrid, 30 sep.- "El Cid" emborronó con los aceros una gran faena al único toro que sirvió de la corrida de hoy en Las Ventas, algo que no es novedoso en él, pues son ya varios los triunfos que ha dejado escapar en esta plaza en la suerte suprema: "no me explico cómo se me puede atragantar tanto la espada en Madrid".

"Me voy muy cabreado. Tengo y debo matar los toros, sobre todo después de cuajarlos, y más en una plaza como ésta. La verdad que no me lo explico. Será por la tensión del momento, el saber que tengo las orejas cortadas. No sé", reconoció a EFE un abatido "Cid" según salía de la plaza.

La faena que pudo haber sido y finalmente no fue la llevó a cabo "El Cid" ante el cuarto toro de la tarde, un gran toro del Puerto de San Lorenzo, el único que se salvó de un desastroso y deslucido encierro.

"Sabía que el toro iba a responder. De salida le vi muy buen fondo y que podía ayudarme para hacer mi toreo si le hacía bien las cosas. Lo he cuidado en el caballo, lo he probado con un quite en el capote y con la muleta me he puesto a torear directamente con la mano izquierda. Iba todo perfecto", aseguró el sevillano.

Pero como le ha ocurrido ya muchas veces a lo largo de su carrera en esta plaza, la espada le quitó un triunfo que tuvo en la mano.

"Una lástima porque había sido una faena muy bonita, la gente se había emocionado, y porque con un espadazo le hubiera cortado las dos orejas, pero bueno, lo hecho, hecho está, ya no ha vuelta de hoja", finalizó "El Cid".

Miguel Ángel Perera, sin lote propicio para triunfar, se marchaba de la plaza con una doble sensación. Por un lado, "contento" porque con semejante material "he estado mejor de lo que se podía esperar", pero por otro lado, "fastidiado por que ninguno de los dos toros me ha regalado una embestida franca", declaró el extremeño.

"Ha sido una corrida muy complicada. Mis dos toros han tenido muchas dificultades, uno porque no se tragaba más de dos pases y el otro por flojo e informal. Pero creo que he salido muy fresco de ideas, sabiendo en cada momento lo que tenía que hacer, y por ello debo irme medio satisfecho", aseguró Perera.

Castella, fiel a su hermético guión con la prensa, no hizo declaraciones al término de la corrida. Su cara de pocos amigos según salía de la plaza era gesto inequívoco de contrariedad y enfado monumental por no haber conseguido resolver nada en toda la tarde. Lo único a su favor, que se llevó el peor lote de largo.

Mostrar comentarios