Barcelona.- El hallazgo de los restos del rey Martín el Joven en Cerdeña abre la posibilidad de documentar los de su padre, Martín el Humano, último rey catalán de la Corona de Aragón, pendientes de identificar en el monasterio de Poblet, en Tarragona.
Según ha explicado a EFE la historiadora María Teresa Ferrer, directora del congreso sobre Martín el Humano coincidiendo con el 600 aniversario de su muerte, si se confirma que los restos de Cerdeña son los del rey de Sicilia, el ADN permitiría determinar si los que se guardan en Poblet corresponden a su padre.
La investigadora italiana Luisa d'Arienzo ha informado en el congreso, que se celebra esta semana en Barcelona, de que "en Cagliari se ha abierto recientemente la sepultura de Martín el Joven e inesperadamente se han hallado dentro los restos de un hombre, muy alto -por la longitud del fémur-, que conservan restos de tejidos".
Según D'Arienzo, siempre se había pensado que los restos de Martín el Joven no estarían en su sepulcro del siglo XVI, pero las prospecciones recientes han demostrado que se encuentra en el interior.
Otra de las novedades presentadas en el congreso, en el que participan durante esta semana investigadores de EEUU, Francia, Italia y España, gira entorno al papel del Papa Benedicto XIII en la sucesión de Martín el Humano, que finalmente se decantó por la opción trastámara, Fernando de Antequera.
No era la primera vez que Benedicto XIII intervenía en asuntos sucesorios en la Corona de Aragón: "El Papa ya había intentado patrocinar la sucesión de su hermano Juan el Cazador en favor de su sobrina, Juana de Aragón, esposa del conde de Foix, quien invadió el Principado, pero finalmente esta opción se descartó por la ley sálica", recuerda Ferrer.
En relación al Cisma de Occidente en la política del rey Martín, una aportación de Prim Bertran, de la Universidad de Barcelona, señala que "la posición de Martín el Humano a favor de la opción de Avignon y del Benedicto XIII, Pedro de Luna, se explica como opción religiosa y muestra de la piedad del monarca, pero también por los vínculos familiares de la casa real de Aragón con el nuevo Papa, ya que la reina y el pontífice pertenecían a la misma saga".
En el congreso, la investigadora Nuria Silleras, de la Universidad de Colorado (EEUU), ha analizado el papel de las dos esposas de Martín el Humano, María de Luna y Margarida de Prades.
María de Luna, del linaje aragonés, creció con su esposo en la corte de la reina Eleonor de Sicilia, "le dio al rey cuatro hijos y con su papel político fundamental en la Corona catalanoaragonesa anticipó la mayor participación de las reinas ibéricas en la política de los siglos XV y XVI".
La historiadora del CSIC Josefina Mutgé ha analizado la resolución de la sucesión de Martín el Humano, tras su muerte en 1410, sin haber tenido descendencia legítima.
Mutgé habla de cuatro príncipes de sangre real que podía aspirar a ser reyes de la Corona catalanoaragonesa: el infante Federico de Luna, hijo natural de Martín el Joven, rey de Sicilia; el príncipe Luis III de Anjou, nieto del rey Juan el Cazador e hijo de Violante de Aragón; el conde Jaime II de Urgell, que era el pariente más próximo por línea masculina; y Fernando de Trastámara, nieto de Pedro el Ceremonioso, que acabaría siendo el sucesor.
Sobre el polémico Compromiso de Caspe, que finalmente dio la corona a Fernando de Antequera, Ferrer comenta que "Martín el Humano quería que le sucediera su nieto, que era ilegítimo, y el acuerdo con Benedicto XIII estaba previsto fuera legitimado el 1 de junio, pero el rey murió el 31 de mayo, y ante la ausencia del monarca, el Papa abandonó esa posibilidad".
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