Madrid, 7 nov.- El estancamiento y el pesimismo que aletarga a España es uno de los motivos por los que David Otero, El Pescao, se marcha a Argentina en busca de inspiración, no sin antes lanzar un nuevo disco de sólo cuatro temas con el título "Ciao Pescao", una despedida que suena a hasta luego.
"Quedarme quieto en un mismo sitio durante mucho tiempo no me inspira, y no creo que el país esté en un momento inspirador, las cosas están viciadas, no se mueven, y hay que buscar en otros lados", explica el cantante y guitarrista a Efe sobre los motivos de su inminente partida.
De espíritu inquieto y acostumbrado a viajar desde pequeño, no es de extrañar que a Otero le de "más vértigo" quedarse que irse. Para esta nueva aventura profesional y personal ha elegido Argentina, destino al que le unen lazos familiares y de amistad, y parte del Cono Sur, región por la que siente debilidad.
"No se trata de darle la espalda a tu país, es que aquí no se venden entradas. En Latinoamérica las cosas funcionan de otro modo, la gente tiene ganas de ir a conciertos", apunta el ex guitarrista de El Canto del Loco.
Antes de marcharse publica "Ciao Pescao", un elepé de cuatro canciones muy diferentes entre sí y una "buena forma de despedirse", afirma Otero, que se ajusta al "funcionamiento" de la música hoy en día.
Un sorbo musical en la línea de lo que ha sido su carrera como solista, iniciada en 2010, que se mide sobretodo por las canciones que ha publicado paulatinamente al margen del que hasta ahora es su único disco, "Nada-Lógico".
"Ciao Pescao" es un trabajo "chiquitito", con el que, según Otero, sigue su camino y se centra en su público, no masificado pero fiel. "Con él no quiero entrar a competir estas Navidades, hay ciertos mercados con los que no tengo nada que ver y en los que no funcionaría. Cuando lo intentamos no me gustó", añade.
Descarta que este trabajo sea un adelanto de lo que vaya a componer al otro lado del charco. Se marcha sin pretensiones, sólo con la intención de escribir canciones nuevas para un futuro trabajo.
Estará fuera alrededor de dos años, pero ya adelanta que seguirá en España de una forma u otra porque no quiere "desaparecer del todo"; irá narrando sus vivencias a través de la Red de forma realista y natural, sin aderezos ni ornamentos, como es él.
Metido de lleno en este nuevo proyecto, le resulta difícil pensar en un posible regreso de El Canto del Loco, al menos "por el momento".
"Nunca se sabe y tampoco lo estamos pensando, no quiero engañar a los fans con falsas esperanzas", apunta el cantante.
Al que fuera líder del grupo, Dani Martín, le une una muy buena relación de amistad, más allá del hecho de que sean primos. Precisamente un lazo familiar que con el "estrés y la gloria" de su etapa juntos había ido deteriorándose hasta quedar sólo el "negocio".
La buena marcha de su carrera en solitario, sin embargo, no sería un impedimento para que el grupo volviera a unirse. "Al contrario, estaría chulo, se mezclarían muchas cosas distintas, aunque de momento no es mi meta", afirma.
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