El pintor valenciano Joaquín Sorolla se aposenta en Bilbao

  • El pintor valenciano Joaquín Sorolla (1863-1923) se aposenta desde hoy en Bilbao, cuyo Museo de Bellas Artes ha habilitado en exclusiva una de sus salas para mostrar los cuadros que realizó el artista a lo largo de sus numerosas visitas al País Vasco.

Bilbao, 21 sep.- El pintor valenciano Joaquín Sorolla (1863-1923) se aposenta desde hoy en Bilbao, cuyo Museo de Bellas Artes ha habilitado en exclusiva una de sus salas para mostrar los cuadros que realizó el artista a lo largo de sus numerosas visitas al País Vasco.

El centro de arte antiguo y contemporáneo de Bilbao ha recibido recientemente en depósito, por tres años prorrogables, veintidós pinturas del artista valenciano, pertenecientes a diversas colecciones particulares, lo que le ha permitido abrir una sala para exhibir al público las obras cedidas.

El director de la pinacoteca, Javier Viar, ha presentado hoy a los medios de comunicación las primeras siete obras de las veintidós que se mostrarán de forma rotatoria a lo largo de los próximos tres años en la "Sala Sorolla", ubicada en la zona del museo dedicada a los pintores vascos y españoles de finales del siglo XIX y principios del XX.

Estas primeras siete obras son "María pintando" (1905), "El Borracho. Zarauz" (1910), "Asando Sardinas. Zarauz" (1910), "Bebedor de sidra. Lekeitio" (1910), "Muchachas de San Sebastián" (1912), "Tipos del Roncal" (1912) y "Mocita andaluza" (1914).

Los cuadros de Sorolla se podrán ver cerca de las salas dedicadas a los pintores vascos Durrio e Iturrino, contemporáneos al pintor valenciano, y próximas a los cuadros que posee el Bellas Artes bilbaíno de Zuluoaga, uno de los más importantes representantes de la generación de pintores españoles del 98.

Entre estas primeras siete pinturas se encuentran las cinco de mayor relevancia de las que ejecutó durante las cortas estancias en el País Vasco del pintor español que mejor ha captado y plasmado en sus cuadros la especial luz del Mediterráneo.

Considerado el mejor representante de la influencia del impresionismo francés en España, la relación de Sorolla con Euskadi se remonta a 1889, cuando el artista valenciano viajó a San Sebastián tras haber frecuentado en Roma a la numerosa colonia de artistas vascos allí asentada.

Desde esa fecha y hasta 1912, el artista valenciano hizo cortas visitas a Bizkaia y Gipuzkoa, a menudo con motivo de sus desplazamientos a París, en las que tomó apuntes y pintó obras de pequeño y gran formato sobre los vascos y sus costumbres.

Sus obras representan y reflejan la forma en que Sorolla veía a los vascos de condición humilde, muy distinta de la que plasmaron en sus cuadros pintores de la tierra como Arteta, ha señalado Viar.

En contraposición a sus obras más famosas en las que aparece reflejada la luminosa luz del Mediterráneo, en la mayoría de sus cuadros sobre el País Vasco predominan los colores grises y azules en tonos oscuros, propios de la vestimenta de los vascos y de la climatología que entonces predominaba en el Cantábrico.

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