'El viaje de Arlo (The Good Dinosaur)' agita la fibra sensible del espectador

    • 'El viaje de Arlo', de Peter Sohn, llega a las salas de cine el 27 de noviembre dispuesta a emocionar con la aventura de Arlo y su lucha contra el miedo.
    • El segundo estreno de Pixar de este año, 'El viaje de Arlo', llega haciendo menos ruido que 'Del revés', pero ello no significa que no merezca ser vista.
'El viaje de Arlo' / Disney-Pixar
'El viaje de Arlo' / Disney-Pixar

Nunca antes Pixar había estrenado dos películas en un mismo año. Siempre sus novedades llegaban espaciadas en el tiempo, haciendo mayúscula la expectación por ver y vivir sus inolvidables historias animadas. Este verano llegó 'Del revés (Inside Out)', una original película que encandiló protagonizada por emociones. Mientras, en la sombra, terminaba de tomar forma una cinta llamada 'El viaje de Arlo (The Good Dinosaur)', la historia de un inocente y temeroso dinosaurio que se pierde en la agreste naturaleza y debe buscar su camino a casa, para lo que cuenta con la inestimable ayuda de un pequeño humano asalvajado.

La historia de Arlo y Spot no tiene la frescura vista en otras cintas de Pixar, puede que durante el visionado digamos en más de una ocasión "esto me recuerda a...". Sin embargo, Peter Sohn y su equipo ha sabido nutrirse de esas historias y emocionar con pocas palabras. La película no necesita de rimbombantes diálogos ni de fuegos de artificio para hacer llegar su mensaje de superación de las adversidades, de saber ver la belleza en aquello que a primera vista parece una amenaza. Apoyada en paisajes realistas y majestuosos y en personajes que se hacen querer, 'El viaje de Arlo' sabe crear un aura en ciertas escenas que a quien esto escribe le hicieron soltar incluso alguna lágrima.

[Aviso de spoilers a continuación]

En la introducción vemos nacer y crecer a Arlo, un dinosaurio más frágil que sus dos hermanos al que el miedo le impide pisar con seguridad. Su padre es consciente de ello y le despierta en mitad de la noche para enseñarle una lección de vida (imposible no pensar en la charla nocturna entre Mufasa y Simba al ver esta escena, cambiando las estrellas por luciérnagas). Una bella escena paterno-filial que sirve para reforzar la relación entre Henry y Arlo.

Todo muy pensado para que el posterior sacrificio sea un duro golpe en el corazón del espectador. El padre de Arlo da su vida por salvar la de su hijo, otra secuencia que parece tener su inspiración en 'El rey león', concretamente en el fallecimiento de Mufasa en el dramático desfiladero, una muerte que marcó la infancia de muchos niños. La conmoción que genera no es la misma (en el clásico de Disney también juega un papel la traición del malvado tío Scar, que agrava la situación), pero sí te hace revolverte en la butaca, y es que, a pesar de las películas varias en las que Pixar ha optado por muertes familiares de buenas a primeras, uno nunca termina de acostumbrarse a estas pérdidas.

Tras el fallecimiento de su padre ante sus ojos, Arlo tiene la ardua misión de dejar atrás sus miedos, y ahora lo tendrá que hacer solo... o no. El salvaje Spot y el Apatosaurus, tras un inicio de relación más que turbulento (no diré por qué), irán haciendo buenas migas, pero no será hasta el momento más emotivo de la película que su relación de amistad alcance una nueva dimensión.

Con palos y arena, Arlo le explica a Spot, sin casi articular palabra, el concepto de familia, a la que echa mucho de menos. El dinosaurio piensa que el pequeño humano no le entiende, pero le comprende más de lo que cree. De hecho, a diferencia de él, Spot no tiene familia, Arlo es su único apoyo. Con una gestualidad muy lograda por el equipo de animación, es imposible mantenerse firme ante la melancolía y pena que muestran ambos personajes. Una escena que muestra que no son tan diferentes como pueda parecer a simple vista.

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