El pasado sábado por la tarde, la plaza de toros de Las Ventas sufrió uno de los mementos más trágicos de la temporada. El diestro Gonzalo Cabellero sufría una grave cogida cuando entraba a matar un astado de la ganadería de Valdefresno. El joven de 27 años fue corneado en el muslo izquierdo y la cornada provocó una herida de cerca de 30 centímetros y doble trayectoria. Caballero fue operado de urgencia en la enfermería de la plaza pero en la madrugada del domingo, ya ingresado en el hospital Francisco de Asís, volvió a ser intervenido durante más de tres horas.
Ahora, Gonzalo está en la UCI, sedado y con respiración asistida. El último parte médico del centro señala que el pronóstico del torero sigue siendo "grave" y la mayor preocupación es cómo la cornada puede afectar al nervio ciático, aunque lo peor fue la cantidad de sangre que perdió, ya que el toro le destrozó la femoral. Según el médico de la plaza de toros de las Ventas, el doctor Máximo Garcia Padrós, durante la intervención en la enfermería tuvieron que utilizar seis bolsas de sangre y ahora siguen reponiéndole en el Francisco de Asís.
En definitiva, según la prensa taurina, Gonzalo "está vivo de milagro", y ahora queda ver cómo evoluciona tras una cogida que hizo incluso que se temiera por su pierna. Por ello, la familia y sus allegados están destrozados, tal y como han informado los medios que están haciendo guardia en las puertas del hospital. Y entre esas personas se encuentra la nieta del Rey Juan Carlos e hija de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, Victoria Federica. La joven estaba presenciando la corrida en Las Ventas y se llevó un gran susto cuando sucedió el desafortunado incidente.
Aunque no hay confirmación ni por parte de la Casa Real ni por ellos mismos, es más que evidente que entre la hija menor de la Infanta y el torero madrileño hay una "especial amistad", que se ha ido fraguando en el último año y medio. Porque lo que empezó siendo una amistad entre Gonzalo y Froilán, ha derivado en algo más estrecho con su hermana, que el sábado fue la primera en bajar a la enfermería para saber cómo estaba el torero.
Y es que Gonzalo lleva un 'annus horribilis' que le ha mantenido más tiempo en el hospital que toreando. Porque precisamente en Las Ventas sufrió el pasado mes de mayo otra aparatosa cogida de la que le costó bastante recuperarse. Por lo tanto, este nuevo percance pone muy en jaque su futuro, pues el joven lleva demasiadas cogidas en su cuerpo en tan solo cuatro años desde que tomara la alternativa.
Una carrera marcada por la mala fortuna.
Gonzalo Caballero nació en Madrid en diciembre de 1991 -está a punto de cumplir 28 años- y cuando era pequeño compaginó el fútbol con la tauromaquía -es del Atlético de Madrid hasta la médula- hasta que se decantó por los ruedos. Así, fue alumno de la Escuela Taurina madrileña y, tras hacerse con varios certámenes para principiantes, debutó como novillero con picadores en la Maestranza de Sevilla en 2013.
A partir de entonces, tuvo una prolífica carrera como novillero que le hizo destacar por encima del resto, haciendo que los aficionados y los expertos le catalogaran como una de las grandes promesas del toreo español y esperaran ansiosos a su alternativa. Fue el 3 de octubre de 2015 cuando su sueño se cumplió en Las Ventas, en una alternativa en la que ya fue cogido pero pudo terminar la corrida. Algo que parece un presagio de lo que ha ocurrido en estos últimos años. Aunque realmente todo empezó en dos años antes, cuando ya siendo novillero fue corneado en esta plaza.
Gonzalo ha sufrido cogidas en Las Ventas seis veces contado la de este fin de semana. Las dos mencionadas anteriormente, la tercera en 2016, la cuarta en 2018 y las dos siguientes este año. Pero no solo ha salido herido de este coso; en 2017 fue corneado en Pamplona en pleno San Fermín, y el pasado año, en Bilbao.
¿Esto qué supone? Que Gonzalo ha pasado más tiempo fuera de los ruedos que dentro por graves cogidas, de las que milagrosamente se ha recuperado siempre sin secuelas y ha salido más fortalecido. Si bien, al estar tanto tiempo hospitalizado y recuperándose, ha perdido mucho tiempo y peso en el escalafón taurino. En las últimas temporadas ha toreado apenas una veintena de festejos, lo que ha cortado de raíz su prometedora carrera.
Lo que ocurra a partir de ahora es una incógnita. Hay que esperar cómo ha quedado el diestro tras esta gravísima cogida. El torero Miguel Abellán, amigo de Caballero, declaró el domingo a la revista 'Lecturas' que su estado es "crítico" y que ahora toca aguardar a las próximas horas, "porque aún no se sabe cuál va a ser el desenlace".
Un duro revés personal
A esta mala fortuna en lo profesional se une la mayor cornada que ha sufrido en su vida en el plano personal. En 2017, su padre, Ricardo Caballero, falleció de cáncer, tras una dura lucha contra la enfermedad que Gonzalo narró en sus redes sociales para visibilizar lo que estaba sucediendo en su familia y destacar la valentía de su padre. La pérdida de su padre fue el golpe más duro que le ha dado la vida, si bien le inspiró para darle un giro.
En estos años, el joven torero ha colaborado en numerosas ocasiones con asociaciones de lucha contra el cáncer como la Fundación Aladina, que recauda fondos para los niños enfermos. De hecho, ha toreado en varias corridas benéficas a favor de la Fundación, eventos en los que ha contado con Froilán y Victoria, quienes han acudido para apoyar a su amigo y contribuir a su causa.
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