Gutiérrez Aragón: no sabría yo ahora ponerle un final a una película de ETA

San Lorenzo del Escorial (Madrid), 19 jul.- El director de cine Manuel Gutiérrez Aragón ha asegurado hoy que si en estos momentos tuviera que ponerle el final a una película sobre ETA y el terrorismo vasco "no sabría hacerlo".

Gutiérrez Aragón ha participado en el curso sobre "El terrorismo de ETA a través del cine español", organizado por la Universidad Complutense en El Escorial, en el que ha presentado su película "Todos estamos invitados" (2008), sobre los "silencios" cómplices que rodean al mundo etarra.

En declaraciones a Efe antes de participar en el curso, ha recordado que rodó esta película antes de que ETA cesara su actividad armada, por lo que consideró que si se hiciera a día de hoy una cinta sobre el terrorismo etarra no dependería tanto "del acontecer diario", sino que sería una visión "más histórica, sin que eso implique una visión del problema más fría o distanciada".

"Evidentemente la película ahora tiene un final", ha subrayado el director cántabro, quien ha reconocido que actualmente sería "un buen momento" para retomar el tema al no estar tan condicionados "por el día a día", lo que tendría como resultado una visión "más cinematográfica y menos periodística".

A la pregunta de si afrontaría esa película sobre el final de ETA desde el punto de vista de los verdugos o de las víctimas, Gutiérrez Aragón ha precisado que "los malos siempre tienen más interés cinematográfico que las víctimas; la pureza de las víctimas hace que tengan menos recovecos que un verdugo", aunque ha precisado que intentaría reflejar las dos partes.

No obstante, el director, que en los últimos años ha abandonado el cine en beneficio de la literatura, ha descartado hacer de momento ninguna película, "ni sobre ETA ni sobre cualquier otra cosa".

"Hacer una película sobre terrorismo no es una tarea muy grata, ni para el director ni para los espectadores", ha subrayado, aunque se ha mostrado convencido de que algún director de cine "hará el final de ETA".

Aunque ha negado que entre los directores y realizadores cinematográficos haya existido "miedo" a la hora de abordar una cinta sobre el terrorismo en el País Vasco, sí ha admitido que en Euskadi existe una "presión social" a favor del mundo abertzale "porque el mundo cultural, en gran parte, forma parte de esa comunidad".

En el coloquio posterior a la película, Gutiérrez Aragón ha asegurado que siempre le ha sorprendido lo "civilizado" de la sociedad española, en la que -ha recordado- nunca se ha producido un acto de "venganza" contra los verdugos de ETA por parte de las familias de las víctimas.

"Siempre me ha extrañado que no hubiera habido venganza por parte de alguien a quien le han asesinado un familiar, que no se hayan organizado una especie de escuadrones de la muerte", ha subrayado el director de cine, quien ha considerado que el GAL fue "otra cosa" y el tiempo demostró que eran "auténticos mercenarios" que no se movían por venganza.

En "Todos estamos invitados", Gutiérrez Aragón habla de la "connivencia" de la Iglesia, "más antes que ahora", con el mundo abertzale, así como de una parte de la abogacía como "correa de transmisión" de los terroristas.

Ha recordado que algunos actores vascos se negaron a participar en el reparto con el argumento de que vivían en el País Vasco y por el miedo a la "represión social".

Así, elogió el "coraje" de José Coronado y Oscar Jaenada por aceptar los papeles protagonistas e implicarse tanto en ellos, aunque subrayó que el segundo se comprometió tanto "que se convirtió", por lo que estuvo a punto de apartarle de la cinta.

Se mostró convencido de que cuando la crisis económica esté remitiendo la idea de la independencia vasca "resurgirá con fuerza", aunque no cree que lo vuelva a hacer "bajo la forma de la violencia, porque eso ya no se lleva".