Inma Shara afirma que no importa ser hombre o mujer, el talento es del ser humano

  • Madrid.- La directora Inma Shara ha vaticinado hoy que en el futuro será más habitual que una mujer tome la batuta frente a una orquesta, aunque a su juicio las diferencias entre hombre y mujer en este campo no existen, pues la capacidad artística y el talento son patrimonio "del ser humano" y no de un sexo u otro.

Madrid.- La directora Inma Shara ha vaticinado hoy que en el futuro será más habitual que una mujer tome la batuta frente a una orquesta, aunque a su juicio las diferencias entre hombre y mujer en este campo no existen, pues la capacidad artística y el talento son patrimonio "del ser humano" y no de un sexo u otro.

Shara, que el próximo 27 de febrero dirigirá "Cine en Concierto" en el Auditorio Ciudad de Alcobendas (Madrid), ha afirmado hoy en una entrevista con Efe que "cuando hablamos de arte estamos poniendo de manifiesto la capacidad artística y el talento del ser humano".

"Por eso nunca pienso que haya diferencias consustanciales, porque estamos hablando del arte como expresión de sentimientos y para mí esa es la magia del ser humano, la capacidad de transmitir, de emocionar, y ahí el hombre y la mujer están en igualdad de condiciones", ha aseverado.

El hecho de que en todo el mundo el número de directoras de orquesta no llegue a la decena es, para esta vasca nacida en 1972, "quizá una cuestión tradicional".

"Creo que en un futuro será algo mucho más común. La incorporación de la mujer en la plantilla orquestal también ha sido un proceso lento y que hasta hace poco la presencia era mayoritariamente masculina", ha recordado.

Después, ha precisado: "Hoy ya no, y en un futuro creo que esto mismo va a ser extrapolable a la dirección de orquesta".

Sobre el concierto que dirigirá el próximo 27 de febrero, ha señalado que lo forma un programa "muy especial", una selección de bandas sonoras que no ha sido fácil elegir "porque la historia cinematográfica ha dado algunas bandas sonoras maravillosas".

Finalmente se han elegido las más célebres, presentes en la memoria de todas las generaciones, desde los abuelos, a padres e hijos.

Así, en el auditorio sonarán los acordes que pusieron música a filmes de los últimos veinte años como "Bailando con lobos", "La vida es bella" y "La lista de Schindler", pero también clásicos que se remontan más allá en el tiempo como "Lo que el viento se llevó", "New York, New York" o "Moon river" (de "Desayuno con diamantes")

Versiones originales y extremadamente cuidadas "desde un punto de vista sinfónico", ya que "no es fácil encontrar versiones buenas para orquesta sinfónica dentro del mundo de las bandas sonoras", ha relatado la directora, que si tuviera que poner banda a su vida elegiría "La vida es bella" -compuesta por Nicola Piovani en 1998-.

Shara ha indicado que las bandas sonoras pueden ser una buena manera de acercar la música orquestal a todos los públicos, ya que tienen "un mensaje muy directo a cada vida, a cada persona, porque se identifica con la música, con el contenido de la película".

La directora, que ha estado al frente de algunas de las mejores formaciones del mundo, como la Filarmónica de Londres, la de Israel o las sinfónicas Nacional Checa, Rusa, de Roma, de Ucrania y de Milán, recuerda como su "mejor regalo" profesional el concierto que en diciembre del 2008 dirigió en El Vaticano ante el papa Benedicto XVI y que la convirtió en la primera mujer en dirigir un concierto en la sede papal.

"Es difícil traducir a palabras lo que uno siente porque va mas allá del aspecto profesional. Se condensa el mundo personal con el artístico y se difumina en ambos sentidos porque realmente es un centro religioso y cultural, es pasado, presente y futuro, por eso es mágico", ha reflexionado.

Muy comprometida con las causas sociales, a las que presta su apoyo incondicional, ha insistido en que "cuando uno se siente tan privilegiado en la vida, necesita darlo a través de la música y del compromiso, de lo que éticamente cree que es lo correcto".

"Para mí la música es un camino de valores y uno necesita dar a la sociedad lo que recibe de la misma. Lo siento de manera muy sincera, muchas veces la felicidad completa no existe para todo el mundo, pero uno se siente más feliz si valora lo que le da la vida. Si no fuéramos tan obsesivos, tan inmersos en el consumismo y obsesionados con el futuro, quizá nos iría mejor", ha concluido.

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