Joyce DiDonato se enfrenta en Madrid al mayor reto interpretativo de su vida

  • Madrid.- La mezzosoprano Joyce DiDonato, recientemente galardonada con el premio Gramophone como "artista del año", se prepara estos días para abordar en el Teatro Real de Madrid "el mayor reto interpretativo de su carrera", el papel de Octavian en "El caballero de la rosa" de Richard Strauss.

Joyce DiDonato se enfrenta en Madrid al mayor reto interpretativo de su vida
Joyce DiDonato se enfrenta en Madrid al mayor reto interpretativo de su vida

Madrid.- La mezzosoprano Joyce DiDonato, recientemente galardonada con el premio Gramophone como "artista del año", se prepara estos días para abordar en el Teatro Real de Madrid "el mayor reto interpretativo de su carrera", el papel de Octavian en "El caballero de la rosa" de Richard Strauss.

Como sucede en "Las bodas de Fígaro", su personaje es un varón que en un momento dado se ve forzado a disfrazarse de mujer. "Para mí es probablemente el mayor reto interpretativo de mi carrera, técnicamente muy complicado, porque hay muchas caras que cubrir, pero me encanta", ha dicho DiDonato en una entrevista con EFE.

La estadounidense, quien interpretará un papel que en el pasado ya encarnaron sus compatriotas Frederica von Stade y Susan Graham, dice que prefiere acudir directamente a la partitura para evitar caer en imitaciones y destaca el trabajo de Strauss.

"El caballero de la rosa", estrenada en Dresde en 1911, es una ópera cómica en tres actos que Strauss compuso tras "Salomé" (1905) y "Elektra" (1909), en un intento por escribir algo distinto y ligero, en la línea de "Las bodas de Fígaro" (1786) de Mozart.

"La comedia -destaca DiDonato- es siempre más difícil de clavar que la tragedia y creo que, al final del show, el contenido emocional perdura más que la parte cómica".

La historia se desarrolla en la Viena del siglo XVIII. El joven Octavian se ve obligado a trasvestirse de doncella para mantener en secreto su idilio con la esposa de un mariscal imperial. Gracias a este disfraz, conocerá las verdaderas intenciones del primo de su amante para con Sophie von Faninal, cuya generosa dote ansía.

Octavian será el noble elegido para entregar a la joven la rosa con la que se ha de formalizar la proposición de matrimonio, momento en el que se hará evidente la atracción entre ellos.

DiDonato destaca la "humanidad" de los personajes y de las situaciones y considera que "uno de los grandes valores de esta ópera es cómo refleja la cultura vienesa de aquel tiempo, que mantiene su vigencia en cuanto a ese sentido protocolario de la vida" que, según opina, "muchas culturas mantienen hoy por hoy".

De la producción del Real destaca su "perfección". "Es la más completa, honesta y fresca que he hecho", subraya.

"Además -dice- está el decorado, con todas esas piezas moviéndose y dando la sensación de que el tiempo fluye continuamente".

DiDonato recala en Madrid tras la reciente concesión por votación popular del premio Gramophone a la "artista del año", por delante de nombres como Plácido Domingo y Lang Lang.

"Estoy abrumada", cuenta sobre esta concesión cuyos motivos dice desconocer, aunque destaca el gran esfuerzo que realiza por mantenerse en contacto con sus seguidores.

"E igual ayudó también la atención prestada tras romperme la pierna", cuenta esta artista, que tras su lesión de peroné en julio del pasado año mientras preparaba "El barbero de Sevilla" en Londres, decidió actuar en silla de ruedas.

"Lo cierto es que la primera noche ni siquiera sabía que estaba roto", reconoce. "Fue increíble. Pude hacerlo porque tengo muy interiorizado el papel de Rosina. Allí atrapada en la silla de rueda, me di cuenta además de que me ayudaba a explorar en el personaje, que busca una liberación", cuenta.

Por si no fuera suficiente, seis meses después sufrió una torcedura de ligamentos y hoy por hoy se recupera de una intervención quirúrgica a la que se sometió en abril. "Pero me encuentro mucho, mucho mejor", asegura.

Fantasea con interpretar a "Salomé", aunque sabe que no está dentro de su repertorio, y asegura que disfruta con cada proyecto de su carrera. O casi todos, porque sobre "La Donna del lago", su último trabajo con el español Lluís Pasqual en el Teatro Garnier de París, se limita a decir que "no fue una experiencia fácil".

Más le motiva hablar sobre su última producción discográfica, "Diva, Divo" (EMI), que se publicará en enero y en la que, tomando la misma historia operística, pero de dos compositores diferentes, canta el papel de un chico y el de una chica, "como en "Victor o Victoria", dice.

Javier Herrero

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