Juan de Ávalos echaba en falta cierta libertad en sus trabajos, según su hijo

  • El escultor emeritense Juan de Ávalos (Mérida 1911- Madrid 2006), una de las figuras más representativas del arte español contemporáneo, echaba en falta "cierta libertad" en sus trabajos, casi siempre "por encargos".

Almendralejo (Badajoz), 15 mar.- El escultor emeritense Juan de Ávalos (Mérida 1911- Madrid 2006), una de las figuras más representativas del arte español contemporáneo, echaba en falta "cierta libertad" en sus trabajos, casi siempre "por encargos".

"Mi padre siempre trabajaba por encargos, le hubiera gustado tener cierta libertad", ha declarado en una entrevista con Efe su hijo y heredero mayoritario, Luis de Ávalos, con motivo de la exposición de obras del escultor que se puede ver en Almendralejo.

Luis de Ávalos ha confesado que su padre siempre decía que "tenía muchas bocas que mantener" y, "aunque le hubiera gustado tener más libertad en sus trabajos, siempre le salían nuevos encargos, nuevos trabajos, a él le salían compromisos siempre".

Como anécdota, Luis, el único hijo que reside en Extremadura, de donde era natural el escultor, asegura que en una exposición que realizó con motivo de su 90 aniversario, "la gente pensaba que estaba muerto como escultor y al hacer la exposición, le salieron nuevos encargos".

El escultor, autor de obras como el "Valle de los Caídos", reconoce que la obra de su padre a veces no está lo suficientemente valorada, aunque sobre los motivos de ello, no quiere pensar que sean políticos, "eso es como pensar que la gente no va a ver las pirámides de Egipto porque estaban construidas por esclavos".

Desde esta semana, y hasta el día 21 de abril, se pueden ver en Almendralejo todas las obras que Ávalos dedicó a la figura de Juan Pablo II con motivo de su canonización el próximo 27 de abril.

"Semblanzas" es el título de esta exposición, que por primera vez recoge las 26 obras del escultor extremeño dedicadas al papa, y que permanecerán expuestas en el Museo Devocional de Almendralejo.

"Mi padre tenía especial admiración por lo que sentía, por lo que pensaba, por lo que contaba en sus encíclicas. Creo que era como una de las personas más importantes de su vida", ha descrito su hijo sobre lo que significó este papa para el escultor.

Procedentes de colecciones privadas, de comunidades religiosas o del propio Nuncio de Madrid, las obras de Juan de Ávalos hablan de "la personalidad y la vida de Juan Pablo II".

Luis ha expresado a EFE su satisfacción por ver reunida esta obra y ahora sueña con que pueda ser trasladada y disfrutada por muchas más personas en otros lugares de España y del mundo.

A pesar de ser uno de los más destacados escultores extremeños, Ávalos carece aún de museo dedicado a su obra en su tierra, ha lamentado su hijo Luis, uno de los dos que aún vive.

"Mi padre no quería museos, porque los museos son fríos y cerrados y él quería que su obra fuera abierta a todos", aunque reconoce que su ilusión sería contar con un aula o sala dedicada a su obra.

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