Antes de convertirse en la duquesa de Cambridge y esposa del heredero al trono de Inglaterra, Kate Middleton tenía la vida de una chica normal, dentro de lo que es la alta sociedad británica. Ella y sus hermanos, James y Pippa, se criaron entre la élite gracias a la popular empresa de sus padres de organización de fiestas infantiles, lo que les convirtió en millonarios. Así, además de compartir pupitre con la realeza y enamorarse de ella, Kate tuvo su época de joven independiente viviendo en el centro de Londres. Pero no en una vivienda cualquiera, pues la duquesa habitaba un elegante apartamento en el barrio de Chelsea que ahora, una vez que ella ya no va a volver a vivir en ella, sus padres han vendido, y sacando una buena rentabilidad.
Carole y Michael Middleton compraron esta propiedad en Old Church Street en 2002 para sus hijos por unos 840.000 euros, y ahora, una vez que ellos ya tienen su propia familia y viven en sus propias casas, la han vendido por cerca de 2 millones de euros, lo que supone que han ganado con la transacción algo más de un millón de, con lo que han podido recuperar con creces la inversión inicial.
El apartamento salió a la venta a finales del pasado año y ha bastado algo más de medio año para ser vendida, y más o menos por la misma cantidad que querían los Middleton, que era de 2,2 millones. Y es que en el cotizado mercado inmobiliario londinense, los precios han subido mucho en estos años, y más tratándose de un inmueble de estas características.
La casa cuenta con tres pisos y tres amplias habitaciones, todo decorado con un estilo muy clásico, el típico británico, pero no excesivamente recargado. En el primer piso, el salón se abre a una pequeña pero elegante cocina de mármol. En la tercera planta es donde están las habitaciones, entre las que hay una principal con baño privado con vistas a Chelsea. Los dos dormitorios restantes son más discretos, con amplios vestidores y decorados en blanco.
Los diferentes salones están decorados con toques orientales, con alfombras y tapizados de este estilo, pero si ser muy recargados. Cuentan con vario sofás y mesas para comer, además de balcones. Lo mejor de la vivienda es que permite que entre la luz natural la mayor parte del día, algo que es fundamental en Londres.
Así, los Middleton se han deshecho de una casa donde las hermanas Kate y Pippa compartieron parte de su juventud antes de casarse y pasar a residir en grandes mansiones, sobre todo la mayor, que ahora vive en el Palacio de Kensington. Aunque Pippa no se queda atrás, pues habita una mansión valorada en cerca de 20 millones con el empresario James Matthews, su esposo.
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