La Casa de Saramago se abre al público para compartir su fuerza y su espíritu

  • Tías (Lanzarote).- La presidenta de la Fundación José Saramago y compañera del fallecido Nobel de Literatura, Pilar del Río, abre hoy la casa en la que vivió, escribió y murió el literato porque "contiene demasiado espíritu, demasiada calidad y demasiada fuerza para que nos la quedemos quienes habitamos dentro".

La Casa de Saramago se abre al público para compartir su fuerza y su espíritu
La Casa de Saramago se abre al público para compartir su fuerza y su espíritu

Tías (Lanzarote).- La presidenta de la Fundación José Saramago y compañera del fallecido Nobel de Literatura, Pilar del Río, abre hoy la casa en la que vivió, escribió y murió el literato porque "contiene demasiado espíritu, demasiada calidad y demasiada fuerza para que nos la quedemos quienes habitamos dentro".

Saramago, el único premio Nobel de Literatura en lengua portuguesa, murió el pasado 18 de junio en la isla de Lanzarote a los 87 años y hoy, coincidiendo con los nueve meses de su fallecimiento tiene lugar el acto oficial de apertura al público de "A Casa", situada en el pueblo de Tías.

En un encuentro previo con los medios de comunicación, Pilar del Río aseguró que, tras su decisión de adquirir la nacionalidad portuguesa e instalarse definitivamente en Lisboa para estar al frente de la Fundación que preside, "lo lógico sería desmontar la casa, irme y llevarme mis cosas: mis lozas, mis cuadros... aunque entendía que no podía ser".

A partir de ahora ella pasará prácticamente todo el tiempo en Portugal, mientras que su cuñado Javier Pérez Fíguarez, que reside en Lanzarote desde hace años, quedará como director de A Casa y será quien lleve el peso de la organización en la isla.

La esposa del Nobel de Literatura destacó que con el acto de apertura oficial de A Casa, al que asistirán el alcalde de Lisboa, Antonio Costa, la consejera de Cultura del Gobierno de Canarias, Milagros Luis, editores de varios países y una amplia representación del mundo de la cultura, pretende "mantener el espíritu de José Saramago y seguir respirando por él".

En su casa de Lanzarote, Saramago vivió los 17 últimos años de su vida, que sin duda fueron los de su mayor proyección como escritor, premiado con en el Nobel en 1998.

Pilar del Río destacó que la casa se mantiene "con el mismo espíritu de cuando era vivida", aunque ha tenido que ser acondicionada como un espacio que va a ser visitado, siempre en grupos reducidos de no más de 15 personas y acompañados de un guía.

La presidenta de la Fundación José Saramago señaló que el haber escogido la fecha de hoy para abrir al público la casa obedece al hecho de que "nueve meses es lo que se tarda en morir", según dejó escrito el autor en "El año de la muerte de Ricardo Reis", porque nueve meses es lo que, por lo general, se tarda en nacer.

"Por eso, este día 18 de marzo vamos a despedir a José Saramago abriendo su casa y su biblioteca de Lanzarote para que sus amigos, sus lectores, las personas que necesiten ver cómo, dónde y de qué manera trabajaba y vivía su escritor, puedan recorrer el conjunto que habitó la mayor parte de sus últimos años de vida", destacó la presidente de la Fundación.

La "ceremonia de despedida", como la definió Del Río, "tendrá la solemnidad de la sencillez" y durante el transcurso del acto está previsto que la directora de la Casa Pessoa, la escritora Inés Pedrosa, lea un fragmento de "El año de la muerte de Ricardo Reis" en portugués.

Posteriormente será reproducido en castellano por Lourdes Guerra, "que es una gran amiga de este proyecto y que ha cantado poemas de José Saramago, a los que ha puesto música su marido, Luis Pastor".

Javier Pérez Fíguarez, director de A Casa, recordó que fundaciones de carácter cultural de todo el mundo están hoy leyendo a Saramago tal y como ha ocurrido cada día 18 de estos nueve meses que han pasado desde la muerte del Nobel.

Gómez Aguilera, profundo conocedor de la obra del fallecido novelista portugués, destacó que el hecho de abrir al público la casa de Saramago "pone en valor un legado físico, que es la casa, pero también un legado de huellas de vida (el del ámbito doméstico) del escritor, en el que se acumulan resonancias de la vida cotidiana".

El autor de "El año de la muerte de Ricardo Reis" o "Ensayo de la ceguera" vivió en Portugal hasta 1993, cuando decidió trasladarse al municipio lanzaroteño de Tías desencantado con el Gobierno luso de entonces por la exclusión a un premio europeo de su polémica obra "El evangelio según Jesucristo".

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