La compañía de danza Gelabert Azzopardi celebra sus 30 años con "Belmonte"

  • Madrid.- La compañía de danza de Cesc Gelabert y Lydia Azzopardi celebra sus treinta años sobre los escenarios con la reposición hoy, en los Teatros del Canal de Madrid, del espectáculo "Belmonte", una "abstracción" del mundo de los toros inspirada en la personalidad del torero sevillano Juan Belmonte.

La compañía de danza Gelabert Azzopardi celebra sus 30 años con "Belmonte"
La compañía de danza Gelabert Azzopardi celebra sus 30 años con "Belmonte"

Madrid.- La compañía de danza de Cesc Gelabert y Lydia Azzopardi celebra sus treinta años sobre los escenarios con la reposición hoy, en los Teatros del Canal de Madrid, del espectáculo "Belmonte", una "abstracción" del mundo de los toros inspirada en la personalidad del torero sevillano Juan Belmonte.

"Lydia y yo queríamos celebrar los 30 años con una pieza antigua, y el 'Belmonte' es una de nuestras obras más emblemáticas: es una obra potente, que salió feliz y con sus elementos bien ajustados", apunta Gelabert en una entrevista con Efe.

El espectáculo, que se representará hasta el viernes en Madrid enmarcado en el Festival Madrid en Danza, vuelve con el equipo artístico original: Frederic Amat en el diseño del espacio escénico y el vestuario, Carles Santos en la composición de la música, además de Gelabert y Azzopardi en la creación coreográfica.

"Frederic Amat y Carles Santos son dos de los colaboradores más importantes de nuestros trabajos", afirma Gelabert. Y añade: "Para nosotros 'Belmonte' es sobre todo un acto de celebración y de agradecimiento a todos las personas que han hecho posible que hayamos estado todos estos año trabajando".

En cuanto a la obra, el bailarín y coreógrafo la define como "una abstracción en términos coreográficos, plásticos y musicales del mundo de los toros", que utiliza la figura de Juan Belmonte (1892-1962) como inspiración para reflejar "la relación entre el instinto y la razón, entre la emoción y el pensamiento".

"Es una obra muy limpia -explica el bailarín-, la gran virtud que tiene es que es muy clara en sus partes y en su estructura, y al ser sencilla, al haber tenido un proceso de destilación que salió feliz, ha aguantado en el tiempo".

Y es que "Belmonte" se estrenó en Barcelona en 1988, pero tras 22 años, Gelabert (Barcelona, 1969) admite que su representación hoy le obliga, técnicamente, "a una operación interesante", porque la obra se encuentra "al límite" de sus posibilidades físicas.

"Para mí es muy importante saber envejecer, hacerlo con una mente joven. Se trata de sustituir la fuerza por la conciencia", explica el bailarín catalán. "Si haces esto, aparece un mundo interior y tienes más capacidad de penetrar tu movimiento con tu emoción y pensamiento, y entonces puedes trasmitirlo", agrega.

Respecto a la prohibición de las corridas por parte del Parlamento de Cataluña, Gelabert reconoce que se encuentra en una posición "contradictoria". Le "gusta" el aspecto cultural del mundo de los toros -"una tradición que he estudiado y me fascina", detalla-, pero su posición respecto a los animales ha cambiado.

"En estos momentos prácticamente he dejado de ir a los toros -revela-, porque para mí, ahora, la vida de los animales me parece un tema muy importante, y no solo la de los toros, sino la de los animales en general".

En este sentido, el bailarín reitera que la obra, que tiene una duración de 70 minutos, "va más allá" de la fiesta taurina, y que una de las dimensiones más interesantes radica en la vida del propio Belmonte, "una persona que fue más que un torero", y que logró "transformar" y "modernizar" la lidia a pesar de su origen humilde.

"Para mí Belmonte representa la superación de uno mismo, de las limitaciones, con un sentido trágico pero con algo muy humano, de esfuerzo e intuición que va más allá del mundo de los toros; su vida es una auténtica aventura", opina el coreógrafo.

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