La diva de la copla española Martirio señala que seguirá "mientras tenga luz"

Valencia.- Lleva ya un cuarto de siglo metida en la tarea de recuperar y reinventar la copla española, pero a Martirio le sobran proyectos: el de presentar su nuevo disco de poesía iberoamericana, el de grabar otro con Kiko Veneno y el de subirse a un escenario "mientras tenga luz".

"Han sido 25 años de una vocación indeleble de hacer siempre lo que me dé la gana", dice en una entrevista con EFE la artista, que repasará este domingo en el Palau de la Música de Valencia el repertorio que ha acumulado desde el día en que se puso la peineta y las gafas de sol para cantar una copla por primera vez.

Aquel 8 de marzo de 1984 nacería Martirio, una diva de la copla española que siempre ha querido "estar muy fuera de las alfombras rojas" y que ha acompañado desde entonces a la Maribel Quiñones (Huelva, 1958) que había formado parte del grupo Jarcha y fue corista de Kiko Veneno.

Una de las cuentas que Martirio tiene pendientes con el músico catalán, productor de los álbumes de su primera etapa en solitario, "es hacer un disco sobre las mujeres de mi edad, con muchísima guasa", confiesa la cantante, que también planea realizar un álbum de homenaje a todas las mujeres que le han inspirado.

Con Kiko Veneno se cruzará en el XV Festival de Flamenco de Valencia, uno de los últimos destinos de su gira para promocionar el disco "Martirio. 25 años", que ha llevado por toda España y gran parte de Latinoamérica durante los últimos dos años.

Martirio ya piensa en el "El aire que te rodea", el disco de poemas iberoamericanos que sacará el próximo mes de mayo, con la colaboración del compositor cubano José María Vitier y de su propio hijo y guitarrista de Kiko Veneno, Raúl Rodríguez.

"Rubén Darío, Calderón de la Barca, Gabriela Mistral, Ernesto Cardenal, Lorca y San Juan de la Cruz me van a abrir un nuevo circuito de expresión, a una nueva forma de cantar y de hacer música", dice, anticipando lo mucho que va a "disfrutar" sobre el escenario.

Una vuelta de tuerca más en la labor de "investigación" musical de esta "arqueóloga" de la copla, que ha buscado "tanto aquí como en la otra orilla" y "ha tenido la suerte de encontrar y poderlas adaptar a este tiempo y a este ritmo y darlas a conocer". Siempre con un toque de flamenco fusión que le ha permitido descubrir que "la copla casa mejor que nada con el jazz".

"En un mundo tan lleno de influencias por todos los medios de comunicación la música se contamina en el mejor de los sentidos y es resultado de las cosas que están pasando, es una forma de enriquecerse", sostiene la artista.

Dice, sin embargo, que son "tiempos difíciles" para los creadores: "los estudios están cerrando, los conciertos se pagan a taquilla porque faltan ayudas, la piratería, la falta de programas de música en televisión...hay una situación verdaderamente jodida".

"Yo no he vivido una época igual desde que empecé. Los artistas estamos más desprotegidos que nunca, necesitamos muchísimo apoyo, hacer muchísimos más directos que antes y esforzarnos en presentar sorpresas". La solución, añade, es "instalar a la gente en la cabeza que la música hay que pagarla porque es un alimento del alma".

Martirio cree que la ley Sinde es un primer paso para "seguir adelante" en el camino de regular el negocio musical. "Es un momento difícil y hay que tomar una determinación en cualquier tipo de sentido, pero no debemos quedarnos en eso solo".

El alter ego de Maribel Quiñones quiere seguir disfrutando de su personaje, "del cambio que se opera" en ella cuando se pone las gafas, el miriñaque y se sube la peineta, y cómo le "pone todo eso teatralmente".

"Si alguien me dijera que lo hiciera, con lo que pesa la maleta, sería del todo imposible. Pero mientras que yo lo disfrute, a mí me parece, un sueño, un juego, me encanta". Y por eso va a "estar aquí mientras tenga luz".