La genialidad de Wernicke agota las entradas para "El caballero de la rosa"

  • Madrid.- A los 50 años de que Richard Strauss la compusiera, "El caballero de la rosa" era un clásico de abrumador éxito que redobló su gloria con el montaje que dirigió en Salzburgo el fallecido Herbert Wernicke en 1995, la producción que recupera ahora el Teatro Real y para la que ya no queda ni una entrada.

La genialidad de Wernicke agota las entradas para "El caballero de la rosa"
La genialidad de Wernicke agota las entradas para "El caballero de la rosa"

Madrid.- A los 50 años de que Richard Strauss la compusiera, "El caballero de la rosa" era un clásico de abrumador éxito que redobló su gloria con el montaje que dirigió en Salzburgo el fallecido Herbert Wernicke en 1995, la producción que recupera ahora el Teatro Real y para la que ya no queda ni una entrada.

"Este es un estreno muy importante para el Real", el mejor teatro, "por su intimidad", para albergar esta producción, ha asegurado hoy en rueda de prensa su intendente, el belga Gerard Mortier, acompañado por el director de la orquesta, Jeffrey Tate, y por el director general del coliseo, Miguel Muñiz.

La recuperación de esta obra es un homenaje al compositor, Richard Strauss, y al libretista, Hugo von Hofmmanssthal, que la estrenaron en Dresde en enero de 1911, y a la memoria del director de escena, escenógrafo y figurinista Herbert Wernicke (1946-2002), "un gran amigo que murió demasiado pronto", según Mortier, director del Festival de Salzburgo cuando la estrenaron allí en 1995.

Aunque ya no esté Wernicke, entre Mortier, que conoce "absolutamente todos los detalles", y el trabajo "sereno y preciso" del argentino Alejandro Stadler -realizador de la dirección en escena-, han logrado "la mejor de las producciones", "más allá del original", que se ha hecho nunca de la versión de Wernicke.

"No es una reposición sino un trabajo nuevo. Herbert nunca estuvo demasiado contento con la iluminación y creo que ahora es mejor", subraya Mortier, que ha logrado, además, que Salzburgo regale al teatro 18 metros de los 36 originales del telón, "pieza fundamental del montaje", con los que se estrenó en los años 60 con Von Karajan en la dirección.

"Es el mayor montaje escénico que he hecho en mi vida. No se puede hacer mejor de lo que lo hizo Wernicke. Es lo máximo, un enorme desafío", ha subrayado Mortier.

"El caballero de la rosa" es "genial" y "un reto" porque pone en pie la cuestión que se planteaba von Hofmmanssthal de si el arte puede cambiar el mundo y es también una reflexión sobre el tiempo, "algo maravilloso, ya que cuando eres joven no lo percibes y cuando eres mayor no paras de hacerlo".

El núcleo de esta ópera "de comicidad contenida", como la describía el propio libretista, es el vals, y dentro de él el minueto, con lo que Strauss reflexiona sobre el tiempo pero en clave nostálgica.

La historia la protagoniza una dama aristocrática, la princesa María Teresa, conocida como la mariscala por estar casada con el anciano mariscal, que envía a su amante de 17 años, el conde Octavian Rofrano, para que sea el Caballero de la Rosa en la boda de su primo, pero el muchacho se enamora de la novia del contrayente.

Mortier está "muy contento" de que la dirija el inglés Jeffrey Tate, que se alternará con Jonas Alber, porque, dice, siempre le ha admirado mucho y "conoce realmente" la obra de Strauss.

Para Tate (1943), que se estrena en el Real, la obra "era un clásico sólo 50 años después de haber sido compuesta" porque marcó "un antes y un después" con su "radical" propuesta al establecer "una gran conversación con la música, muy natural".

"Lo impresionante es que la gente parece hablar en escena, no son fraseados maravillosos, sino que salen a trompicones a veces, tal y como se conversa. Es de una simplicidad refrescante", añade.

El lenguaje musical y verbal, recalca, se unen de forma extraordinaria dando lugar a una ópera de una enorme teatralidad, donde las emociones se mezclan y manifiestan en cada personaje de una forma única.

La orquestación exige de los músicos una gran concentración porque es muy complicada, un lance del que sale, según Tate, muy bien parada la Orquesta titular del Real, así como los cantantes, que están, asegura, "en un momento dulce" y hacen que la "luminosidad y ligereza" que encierra la "rosa de plata" sea una realidad.

"Estoy muy orgulloso y complacido de estar aquí con ellos", ha añadido Tate, que dirigirá desde el viernes en los papeles principales a Anne Schwanewilms, Franz Hawlata, Joyce DiDonato, Laurent Naouri.

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