La gran retrospectiva de Hamilton llega en su primera etapa a la Tate Modern

  • Mila Trenas.

Mila Trenas.

Londres, 11 feb.- Richard Hamilton fue uno de los padres del pop que entendió la importancia de la industria, la comunicación, las imágenes y el consumo y lo hizo desde un punto de vista crítico y lleno de humor, como se refleja en la exposición que abrirá sus puertas el próximo día 13 en la Tate Modern de Londres.

Esta muestra es un adelanto y una versión más reducida de la que se podrá ver en Madrid en el mes de junio, donde la retrospectiva del artista británico contará con cien obras más (260) de las exhibidas en Londres.

Piezas realizadas durante sesenta años abarcan una amplia variedad de medios artísticos, como pintura, dibujo, grabado, escultura, fotografía, impresiones informáticas, diseño industrial y réplicas.

Obras en las que el artista abordó géneros como la naturaleza muerta, el retrato, la representación figurativa, el paisaje, los interiores, la pintura histórica, la propaganda política, la iconografía religiosa y la apropiación de elementos de la cultura popular y de la historia del arte.

Aunque Hamilton se verá antes en su país que en España por motivos de agenda, la exposición fue concebida por el propio artista para el Museo Reina Sofía de Madrid, por el que está producida.

Richard Hamilton, considerado como uno de los artistas más influyentes del siglo XX y uno de los fundadores del arte pop, fue pintor, profesor, diseñador de exposiciones, activista político, artista gráfico y tipógrafo y sigue despertando el interés del público y de artistas jóvenes.

A diferencia de otros, "Hamilton no quiso renunciar a una tradición moderna del espacio doméstico de Picasso o Matisse. Todo lo hace desde un punto de vista crítico, pero no literal sino refinado", en opinión de Manuel Borja Villel, director del Reina Sofía.

La exposición abarca toda su carrera desde las primeras exposiciones que diseñó en los años cincuenta hasta "Untitled" (2011), no expuesta hasta ahora e inspirada en "La obra maestra desconocida" de Balzac.

Se trata de la última muestra que contó con la participación directa del propio artista, el cual falleció en septiembre de 2011, y se puso en marcha gracias a las conversaciones que Vicente Todolí y Paul Schimmel tuvieron con Hamilton.

Para Todolí se trata de "una exposición de exposiciones" en la que se muestra como Hamilton raramente trabajaba con una imagen individual. "Le interesaba tener sus variaciones. El proceso de creación era para él tan importante como el resultado. Concebía las exposiciones como una forma de arte; veía la instalación como un pintor y como un ingeniero, hacía pintura en tres dimensiones".

Todolí, uno de los comisarios de la exposición de Madrid, destacó que para Hamilton una pintura no era más importante que el proceso realizado para llegar a ella, por lo que la exposición del Reina Sofía contará con más obras sobre este proceso.

Todolí recordó que Hamilton "quería hacer su gran retrospectiva en su segundo país, como consideraba a España", y no tenía interés en organizarla en la Tate, "donde no quería ser protagonista de más exposiciones que Francis Bacon".

Uno de los atractivos de ambas exposiciones es poder contemplar la instalación "Growth and Form" (1951), que desde que fue creada para la exposición que diseñó para el ICA en Londres, no se había vuelto a reconstruir. Fue Todolí quien convenció a Hamilton para hacerlo.

"En ella, asesorado por científicos, mezcla la tecnología, la ciencia, el arte. Aunque nunca quiso que se reconstruyera, tenía guardados en sus despacho negativos de la época y mucho material sobre la misma", comentó a Efe Rafael García, coordinador de la exposición.

Junto a esta se muestran otras de las más importantes instalaciones que diseñó, como "Treatment room" o "Lobby", en la que reconstruye el espacio de un hotel de Berlin.

Otra de las piezas que se pueden contemplar es "This is tomorrow", en la que se recrea en el cine, la televisión, los sentidos, el olor, la música. Esta pieza pertenece al IVAM de Valencia (España).

"Aunque Hamilton se distinguía por utilizar como fuente de inspiración la obra de otros artistas y escritores, fue Marcel Duchamp quien le influyó de manera especial. En 1966 Hamilton comisarió una excelente retrospectiva de Duchamp en la Tate Gallery por encargo del Arts Council", recordó el director del Reina Sofía.

En una de las salas de la Tate, se ha querido destacar esta relación con "su padre artístico", que le influyó durante toda su carrera. En ella se puede contemplar "El gran vidrio" que supone un reflejo del propio artista al unir todos los elementos que le interesaban.

En una exposición patrocinada por la Fundación Abertis, Hamilton volverá el mes de junio a España, un país con el que mantuvo una relación duradera toda su vida.

Además de comprarse una casa en Cadaqués, donde hizo numerosas exposiciones, reconstruyó la muestra "an Exhibit" para una exposición sobre el "Independent Group", que se organizó en el IVAM de Valencia en 1990, y montó un retrospectiva de su obra en el MACBA (Barcelona, España) en 2003.

Un año antes de morir, expuso la serie de grabados "Picasso's meninas" en el Museo del Prado de Madrid, junto a las versiones de "Las meninas" de Diego Velázquez, que en su día concibieron Francisco de Goya y Pablo Picasso.

Mostrar comentarios