La memoria, el viaje y el territorio se unen en 'Nóstos', el último trabajo de Navia

José Manuel Navia, fotógrafo, filósofo, discípulo del antropólogo Julio Caro Baroja recoge en un libro lo mejor de su trabajo entorno a tres ejes fundamentales: la memoria, el viaje y el territorio.

Navia, que publica en Nóstos las fotos más significativas de una última década de trabajo, habla para Teinteresa. La esmerada edición de Ediciones Anómalas, que incluye fotos y un número significativo de textos literarios, constituye una meditación apasionante sobre el sentimiento humano de la nostalgia.

P. ¿Cómo surgió este libro, de qué fuentes, de qué experiencias, cómo fue creciendo?
R. Podría decir que el libro surje de tres experiencias fundamentales: la de la memoria, la del viaje y la del territorio. Por ello comienza con tres imágenes a doble página que aluden a estos tres aspectos esenciales que, de algún modo, se irán fundiendo en uno solo a lo largo de las páginas.
La memoria es sobre todo la de mi familia y la de mi infancia/juventud. El viaje es la experiencia vital que ha ido impregnando mis días y el ejercicio de mi oficio. Y el territorio es el de las tierras de interior, esas grandes mesetas o llanuras (inicialmente en España, las Castillas, pero a continuación en tierras de otros países que me remiten en cierta forma a Castilla).
Y luego, como en casi todos mis trabajos, hay un fuerte poso literario, la literatura en el origen, podríamos decir (el título ya remite a las epopeyas clásicas, a la Odisea, etc.) Y algo de todas las palabras que también me acompañaron aflora en el libro en paralelo a las imágenes.

P. ¿Considera que un trabajo como este encierra en algún sentido lo más esencial de su poética fotográfica?
R. Imagino que en cierto sentido sí. He trabajado en él a lo largo de más de doce años y es un trabajo de depuración o decantación de las imágenes más significativas producidas a lo largo de todo este tiempo. Y con ellas hemos ido construyendo ese viaje vital al que remite el título de Nóstos.
Creo que en su mayor parte son fotografías que se acomodan bien a los dos adjetivos que hace ya bastantes años usó Augusto Roa Bastos (Premio Cervantes) para referirse a mis imágenes, que según él son: austeras y despojadas. Desde entonces los he hecho míos.

P. Si nóstos, y con ello la nostalgia, remiten en el imaginario colectivo al pasado, y así es en parte, cuál es para Ud. la relación de ese eje vital con el presente y con el futuro? Preguntado de otra manera, ¿se queda nóstos en el pasado o se proyecta sobre el futuro?
R. Aunque nóstos remite a la nostalgia, al pasado (y también al dolor, ¡no lo olvidemos!) no es un trabajo que se complazca en el pasado, sino que es más bien una reflexión sobre el olvido, el abandono, que son también presente, o, podríamos decir, hecha desde el presente.
Y todo ello se quiere abrir en la parte final del libro al futuro, o tal vez mejor, digamos que a lo indeterminado, a partir de la polisemia de las imágenes y su pluralidad de significados en función de quien las mira (o mejor, las lee). La última cita que se incluye, del poeta portugués Teixeira de Pascoaes, es: "En todo existe el infinito". Y la última imagen es la de ese niño que persigue una cometa en una playa.