La voz del Desierto, curas con vocación de "hacer ruido"

  • Sacerdotes de la diócesis de Alcalá de Henares cumplen doce años tratando de acercar a la gente a Dios desde el grupo musical "La voz del desierto", con el que hacen "ruido, mucho ruido", en consonancia con la actitud que el papa Francisco reclama a los jóvenes.

Lourdes Velasco

Madrid, 6 ene.- Sacerdotes de la diócesis de Alcalá de Henares cumplen doce años tratando de acercar a la gente a Dios desde el grupo musical "La voz del desierto", con el que hacen "ruido, mucho ruido", en consonancia con la actitud que el papa Francisco reclama a los jóvenes.

Alberto Raposo, de 41 años, ahora párroco en Alcalá de Henares, cuenta en una entrevista con EFE que reunió al grupo de manera improvisada durante un encuentro de jóvenes en el seminario en el que él mismo trabajaba como formador, y desde entonces ya han sacado cuatro discos, el último de ellos "Él me vuelve a levantar", de septiembre del año pasado.

Doce años después de iniciar su andadura, el grupo que forman tres sacerdotes y cuatro laicos acaba de publicar el segundo videoclip de su cuarto disco, correspondiente al tema "The Lord gets me up again", el primero grabado en inglés.

Las primeras canciones las compusieron con la única vocación de amenizar la oración final de una convivencia de jóvenes, pero explica Alberto Raposo que, tras interpretarlas, la gente les pidió que grabasen las composiciones para así escucharlas en el día a día.

E hicieron caso sin saber que los temas de su primer CD, "Hágase en mí tu voluntad" iban a ser una revolución musical, religiosamente hablando. "Nos empezaron a llamar de todos los sitios, grabamos videoclips y actuamos en festivales como la Jornada Mundial de la Juventud", rememora el sacerdote.

Ensayan todos los domingos desde las 19.30 hasta las 22.30 horas, hora en que tanto Alberto como Curry, también del grupo, inician su turno de voluntarios en un refugio de Alcalá de Henares.

Y asegura Alberto que lo pasan bien a ritmo de guitarra, porque para ellos es "una pasión hacer música anunciando el Evangelio".

Cada miembro del grupo se identifica con una música distinta, todos quieren componer y eso provoca una diferencia de estilos importante entre unos temas y otros. "Hay a quien le gusta el pop, los otros dos curas son de Metallica y yo soy el comercial del grupo", dice Alberto, que toca la guitarra eléctrica.

Nunca cobran por un concierto y solo los organizan cuando no se lo impiden sus obligaciones parroquiales, motivo por el cual no han podido 'escaparse' a tocar ni un solo día navideño. "Estas fechas lo tenemos complicado: entre celebraciones, festivales, teatros y demás actividades es imposible ponerse de acuerdo", remarca.

Pero la actividad frenética también se da el resto del año, y en ocasiones "La voz del desierto" prioriza tocar a dormir. "Un año nos fuimos hasta Aveiro en la costa de Portugal para tocar en el Festival J y nada más terminar el concierto volvimos a Madrid de noche para poder celebrar la misa de las ocho de la mañana", comenta a EFE.

Pero si estos sacerdotes cantan y bailan es porque consideran la música un canal para acercar a la gente a Dios. "Cuando alguien nos dice que nuestra música le ayuda en su día a día yo me doy cuenta de que esto merece la pena", explica.

El sacerdote sostiene haber aprendido mucho de Benedicto XVI sobre todo a nivel teológico, y del papa Francisco señala la "chispa de naturalidad y cercanía que -dice- contagia la pregunta de si uno está viviendo realmente conforme al Evangelio".

"El Papa nos pide que hagamos ruido, que hagamos cosas hermosas y ganemos el corazón para el Señor", recuerda Alberto. Y con 'La voz del desierto', explica, "tratamos de hacer un ruido bello que nos ayude a vivir como cristianos".

Mostrar comentarios