Leiva arrasa con 'Monstruos': "Las buenas canciones son lo único que importa"

Habla pausado, pero el tono de sus palabras evidencia el momento de plenitud profesional que atraviesa. Leiva, aquel chico al que tanto le gustaba en sus comienzos mostrar un perfil de bohemio eterno y canalla, en el fondo sigue siendo el mismo. Aunque ahora (por más que no lo admita) sabe que la gloria y el reconocimiento casi unánime han llegado a su vida definitivamente... para quedarse.

En buena medida, debe a su último trabajo 'Monstruos', con el que arrasa -el tercero de su producción en solitario y sin dudas uno de los discos del año- las mieles del éxito que quizás le han venido "demasiado grande, con demasiado brillo, demasiado impacto... aunque tal vez no sea para tanto", como reconoce en el tema Breaking Bad, una de las más bonitas canciones del álbum.

Ahora, mientras pide una pausa en la entrevista con lainformacion.com, ante el vértigo frenético por las grabaciones del próximo disco de Joaquìn Sabina, que él mismo produce, parece un superhéroe seguro de sí mismo y alejado más que nunca de aquel niño frágil que temía en las pesadillas a Bob, un malo de Twin Peaks, el auténtico monstruo de su infancia. Eso, a pesar de que alguna vez ha confesado que sigue siendo hipocondríaco y miedoso con la enfermedad hasta el punto de acariciar la paranoia. De fantasmas, miedos y monstruos, obviamente, comenzamos hablando...

P: -¿Es 'Monstruos' un ejercicio de 'autoexorcismo' para liberar tus peores demonios?

R: -La intención no era que 'Monstruos', en principio, liberara mis fantasmas, o que fuese un ejercicio de catarsis. No hago discos de autoayuda. Pero cuando uno termina un disco se da cuenta de todo lo que ha sacado. Y en este caso el disco finalmente ha contado cosas, ha soltado nudos. Me he quedado muy a gusto. En ese sentido sí creo que finalmente ha servido para reconciliarme conmigo mismo. He sacado un poco más de lo que quería.

P: -Hay temas autorreferenciales. Asumes un rol de 'perdedor' o 'loser' entrañable en algunas canciones. ¿Pero esa postura no esconde algo de trampa? ¿No hay un toque narcisista subyacente también? Hablas de que la gloria te ha tumbado en el segundo asalto...

R: -Realmente en el disco cuento cosas que son como fotografías vitales de un momento. Es el caso de la popularidad, por ejemplo, que abordo en Breaking Bad, canción a la que tú haces referencia. Es una canción que realmente está contando cosas. Supongo que hay maneras diferentes de interpretar el éxito y la popularidad para cada uno. Para mí el éxito no se mide con la popularidad. Se mide con otras cosas. Se mide con poder vivir de la música con tus amigos y poder ser feliz al tocar con tu banda. En los versos de esa canción me quejo de algunas cosas, pero me gusta el tono de humor que tiene el tema, que termina diciendo ‘Ya sé que no es para tanto’. Me permito la licencia, de alguna manera, de decir: ‘Ey, ya sé que es un privilegio todo esto, pero también tengo derecho de vez en cuando a decir y sentir otras cosas”.

P: -¿Te sorprende la excelente y unánime crítica que recibió 'Monstruos', tanto del periodismo especializado, de todos los eslabones del sector musical y del público?

R: -A mí siempre me gusta atribuirle el éxito de las cosas y de un disco a las canciones. Ya tengo más de diez o doce discos grabados. Después de todo eso me doy cuenta que esto pasa a veces. Y cuando pasa hay discos que gustan a algunos, discos que a otros no les gustan o que gustan mucho. En el caso de ‘Monstruos’ ocurre que es más unánime que nunca lo que ha gustado. Creo que tiene que ver directamente con las canciones. Me gusta mucho la producción, los sonidos, estar buscando y coger unos arreglos adecuados en mis trabajos. Me di cuenta que todo eso es importante. Pero, al final, las canciones mandan. En este caso tengo la sensación de que 'Monstruos' ha conectado más. He hablado más directamente a la gente, y la gente ha sentido que les hablaba a ellos directamente. Creo que esto es lo que ha pasado. Podría hacer un análisis más intelectual de las cosas. Pero creo que en la música hay un resumen muy claro: las buenas canciones son lo único que importa. Las compañías de discos, el marketing, nada de eso existiría sin las canciones. Por lo tanto, desde que empecé identifiqué que lo más importante era hacer buenas canciones. Y sigo trabajando en ello.

P: -Creo que ése es, precisamente, uno de los grandes méritos de tu disco: el proceso creativo que ha llevado a plasmar muy buenos temas que han conectado tanto. Todas tienen un primer verso fuerte, que marca una canción. Alguna vez dijiste que el secreto de una canción no está en el estribillo, sino en el primer verso…

R: -Sí. No solamente pienso yo así. Somos muchos. Ahora que estamos grabando con Sabina en su casa, para su nuevo disco, hablábamos de eso. Hay una canción de su próximo trabajo que se llama 'Leningrado'. Estábamos trabajando en ella y me di cuenta que de un solo verso ha salido toda la canción. Tú puedes tener una buena idea, pero realmente tiene que existir un verso que te dé el sentido de una canción y que tenga la fuerza de tirar de él. Es muy importante eso. Hay veces que tienes una melodía buenísima o un riff buenísimo, pero si no hay un verso bueno del que tirar, todavía no tienes nada. Hay gente que tiene una melodía muy buena y un riff muy bueno, y te dice: ‘Tengo una cancionaza’. Y le dices: “No tienes absolutamente nada. Te queda lo más importante, que es contar algo”.

P: -Hablando de versos poderosos, que cuentan cosas, uno de los más fuertes que considero de tu disco es cuando dices que "a veces, sacas los dientes", en la canción San Sebastián-Madrid. ¿Cuáles son las situaciones cotidianas que te hacen sacar los dientes?

R: -En estos años difíciles que nos han tocado vivir en el país, claramente saco los dientes ante cuestiones que tienen que ver con la privatización de la sanidad, ante los recortes en educación. Me parecen palabras mayores. El espacio que ocupa la cultura en este país y los espacios que ocupan los cargos de la cultura también me hacen sacar los dientes. Me parece que hay una deficiencia importante en todo esto. En mi caso me llevo las manos a la cabeza con lo que se está haciendo con la educación y la sanidad. Ahí es donde más saco los dientes y me entra rabia en el estómago.

P: -Hay un tema (Palermo no es Hollywood) donde sobrevuela cierto homenaje a grandes músicos argentinos, con la mención específica a Calamaro, Fito Páez, Papo y Charly García. ¿Pero hay otros espíritus de artistas presentes que rondan en 'Monstruos', a manera de tributo o referencia?

R: -Además de las referencias obvias, al final sigo trabajando y pensando mucho en las grabaciones de Harrison y Beck. Son dos tipos que acaban apareciendo casi siempre en mis discos. El rumbo y la dirección sónica que tienen los discos de ellos en realidad me interesan mucho. Para este disco he escuchado mucho a Beck. Hay discos suyos que me encantan. Él también ha tenido algo que ver en la producción de 'Monstruos'.

P: -¿En tus letras también hay referencias (encubiertas o inevitables) a maestros como Joaquín Sabina…

R:- Sí, claro. Joaquín es una referencia permanente para escribir. No solo ahora, en este momento, cuando estoy trabajando con él… Lo fue también cuando no era mi amigo. Sabina es el mejor contador de historias que tenemos. Por lo tanto, es mi mayor referencia literaria para escribir canciones. Pasa que ahora parece que lo digo porque trabajo con él, pero siempre lo he dicho: Joaquín es el mejor.

P: -¿Podemos ilusionarnos con una próxima gira juntos?

R: -Los dos fantaseamos mucho con hacerlo. Tarde o temprano la concretaremos, porque es algo que tenemos en la cabeza. Hemos estado hablando bastante sobre eso en los últimos tiempos y tenemos muchas ganas de ofrecer conciertos juntos.

P: - Ya has realizado un puñado de conciertos presentando ‘Monstruos’ por España. Ahora asoma Madrid en la agenda. El próximo 30 de diciembre actuarás en el Barclaycard Center.  ¿Qué pueden esperar los madrileños del show?

R: - Este es un disco muy de directo. Está grabado con la banda en directo, y casi que no tiene nada encima de lo que grabamos todos tocando a la vez. Es un disco tan de directo que suena muy natural en los shows. Es el mayor trabajo de banda que he hecho nunca en mi vida, en mi carrera. Entonces hay cierta electricidad en los shows. Es un disco muy diseñado para el directo. Por eso en los conciertos están pasando cosas increíbles. Es el disco en más comunión con el público que he hecho jamás, y eso seguramente se verá en el concierto en Madrid.

P: -¿Cuál sería el escenario ideal donde te gustaría mostrar tu trabajo? ¿A tu música le sienta mejor un gran estadio o una sala más íntima y cercana?

R: -Para hacer un gran estadio hay que tener mucho oficio. Requiere demasiadas tablas convertir un concierto en especial y único en un gran estadio. Allí hay mucha distancia física con el público. Desde el escenario hasta donde se encuentra el público hay por lo menos varios metros y es difícil acortar distancias. Lo que hace Bruce Springsteen parece cercano, pero es muy difícil. Yo creo que no soy un gran artista para grandes sitios. Me siento más cómodo en un lugar con un aforo de 2.000 o 3.000 personas. Luego, si toca salir a cantar para 15.000, salgo y doy todo lo que tengo. Pero suele confundirse que hacer un concierto para mucha gente es más fácil.

P: -Miles de personas hoy cantan el estribillo 'Te quiero' de 'Sincericidio', tu primer single de 'Monstruos'. ¿Es verdad que nunca te habías animado hasta ahora a decirle 'te quiero' a una mujer y que solo lo has hecho con Macarena García, tu actual pareja?

R: - Es verdad. Por algún motivo tengo cierto pánico al compromiso, y me cuesta. Soy un tipo que dice 'te quiero' con facilidad a sus amigos pero luego, con las parejas, me bloqueo un poco. Pero con Maca me bajo los pantalones, a ella le he dicho lo que nunca he podido decir a una mujer. Maca consigue de mí lo que quiera. #JuntémonosconLeiva

Creada en 2014, 'Juntémonos' es una iniciativa de shows on demand que cuenta con el apoyo de J&B. Se trata de una plataforma on-line para que los amantes de la música en directo tengan la oportunidad de decidir qué artistas actúan en su ciudad y cuándo, poniendo fin a interminables esperas para ver a sus artistas favoritos.

Esta iniciativa de #fanfunding reivindica que sean los propios seguidores de los músicos quienes, a través su actividad en las redes sociales, tengan el poder para obtener la oferta musical que deseen, dando un vuelco a la manera tradicional de organizar conciertos. El próximo 30 de diciembre el concierto #JuntémonosconLeiva, en el Barclaycard Center de Madrid, se sumará a esta iniciativa.