Los Kennedys bajo la mirada cómplice de Mark Shaw

  • Su aspecto menudo, que le hacía pasar desapercibido, y la gran complicidad que logró con el matrimonio Kennedy permitieron a Mark Shaw tomar algunas de las imágenes más íntimas y personales del presidente y de su familia.

Mila Trenas

Madrid, 6 jun.- Su aspecto menudo, que le hacía pasar desapercibido, y la gran complicidad que logró con el matrimonio Kennedy permitieron a Mark Shaw tomar algunas de las imágenes más íntimas y personales del presidente y de su familia.

Doscientas ochenta de estas imágenes forman el libro "The Kennedys", editado por Tomy Nourmand, quien ha seleccionado cuarenta imágenes para la exposición con el mismo nombre inaugurada en el espacio expositivo de Loewe dentro de la Sección Oficial de PhotoEspaña, en Madrid.

"Mark Shaw fue el fotógrafo favorito de John Kennedy. Se conocieron durante una sesión que Shaw fue a hacerle a Jackie para la revista Life. Jackie y Mark coincidieron mucho porque ambos viajaban a Europa para contemplar desfiles de moda. Él le daba consejos sobre como vestirse para acudir a los desfiles", comentó Tomy Nourmand durante una entrevista con Efe.

Además, el hecho de que Shaw hubiera estado en el ejercito fue otro punto de conexión con John Kennedy "con el que entabló una amistad que duró hasta la muerte del presidente".

Una de las fotografías preferidas de este, que se exhibe en la exposición y que se sigue mostrando en la Casa Blanca, es la que el fotógrafo tomó a John Kennedy en 1959 paseando en solitario por las dunas de Hyannis Port.

Cuando Kennedy fue asesinado hace 50 años se publicó un libro pequeño con algunas de las fotografías que había tomado Shaw, "pero en ese momento, 1964, la calidad no era muy buena y hoy en día no se puede encontrar ese libro en buenas condiciones".

Esto llevó a la editorial Reel Art Press a proponer a Nourmand la edición de un nuevo libro. "Yo conocía a Shaw por sus imágenes de Audrey Hepburn, Brigitte Bardot, Cary Grant , Danny Kaye, Grace Kelly o Pablo Picasso. Este proyecto me permitió ponerme en contacto con fotografías que no se habían positiva nunca".

El editor recordó que cuando John Kennedy fue asesinado, Mark Shaw "entró en depresión y dejó de fotografiar de por vida. Hay muchas fotos, algunas de ellas en esta exposición, que él había tomado y que nunca vieron la luz. Este libro es un tributo a Mark Shaw más que a los Kennedy".

A diferencia del gran número de imágenes que existe de John Fitzgerald Kennedy y de su familia, "muy de lejos y muy posadas", las de Shaw son mucho más íntimas, relajadas, están más cerca. "Era un hombre pequeñito que no molestaba tenerlo ahí, no les cohibía, era como una mosca en la pared".

A esto se suma la confianza y respeto que unía al presidente y al fotógrafo. "Si había alguna foto que John no quería que se mostrara, sabía que Shaw no lo iba a hacer. Cuando he revisado los archivos me he encontrado con muchos negativos que iban marcados con la indicación de no imprimir".

Tomy Nourmand reconoció que le había costado mucho seleccionar las cuarenta imágenes que forman la exposición. "Me encantan todas. Lo que he querido mostrar aquí son algunas de las más conocidas junto a otras que no se habían positivado nunca".

En su libro, Nourmand ha intentado mantener la esencia del que en su día publicó Shaw y que era en honor de los Kennedy pero lo ha dividido en varios capítulos. Antes de imprimirlo fue a que lo viera la viuda del artista y le dijo, según ha relatado, que a Mark Shaw le hubiera encantado. "Para mi ha sido el mejor halago", ha dicho.

Una parte del libro que no queda reflejada en la exposición es la que concierne a la muerte y el funeral del presidente. Shaw solía estar siempre con los Kennedy pero el día que John fue asesinado en Dallas se encontraba en Canadá haciendo un reportaje de moda.

"En cuanto se enteró de la noticia se fue directamente a la Casa Blanca, donde tenía el acceso permitido. Allí hizo muchas fotografías pero para él, sin la intención de publicarlas. Estas imágenes no se habían visto nunca y son muy interesantes porque fue el único fotógrafo que estuvo dentro".

En el recorrido de la exposición se puede ver al matrimonio Kennedy relajado jugando con sus hijos, en la playa, en su casa o en recepciones. Entre las imágenes se encuentra una de las preferidas de Jackie, la que aparece su hijo John sobre una mesa de cristal.

"Realmente debería estar en la National Gallery. La de John reflejado en la mesa es como un maravilloso, extraño, poético, Matisse", escribió Jackie al fotógrafo.

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