La princesa de Noruega que no podrá usar su título... por culpa de su novio chamán

  • La hija del rey Harald de Noruega ha tenido que renunciar a utilizar su título para dar sus charlas con su novio chamán.
El chamán Durek Verrett y la princesa de Noruega Marta Luisa. / EFE
El chamán Durek Verrett y la princesa de Noruega Marta Luisa. / EFE

Marta Luisa de Noruega nunca ha sido una princesa al uso. La hija pequeña de los reyes Harald y Sonia siempre llamó la atención respecto a sus comedidas, educadas y discretas homólogas europeas. Desde muy joven, la princesa noruega ha mostrado su peculiar forma de ser yendo por libre en muchos aspectos, porque no siente la presión de su hermano Haakon, que es el heredero. Si bien ahora ha recibido un toque de atención de su familia por ir demasiado lejos: acaba de renunciar a utilizar su título con fines comerciales.

Porque desde hace unos meses Marta Luisa ha emprendido un nuevo negocio con su pareja, el autoproclamado chamán Durek Verret, para dar charlas y sesiones de motivación bajo el título de 'El chamán y la princesa', por las que cobraban 60 euros la hora. Los ciudadanos noruegos no veían con buenos ojos que Marta Luisa empleara su título para ganar dinero, ni tampoco su propia familia, que ha tenido que pedirle que renuncie al mismo en esta tesitura.

De hecho, el propio heredero, su hermano Haakon, reconoció a la radio pública NRK que la familia estaba considerando pedirle a Marta Luisa que no se hiciera llamar princesa en esas charlas. Parece que acabaron haciéndolo, porque ésta ha cambiado de parecer. Hace unos meses, cuando empezaron a surgir las críticas dijo que no pensaba desprenderse de su título: "Soy parte de esta familia y lo seré siempre. Soy una princesa y he nacido aquí. He elegido este estilo de vida y es mi forma de ganar dinero. Otros que hacen cosas similares también ganan dinero por ello".

No obstante, la presión ha hecho que hace unos días anunciase que, a partir de ahora, solo usará su título cuando represente a la Casa Real Noruega y cumpla con sus funciones oficiales, tanto en Noruega como en el extranjero. De este modo, asegura que no se hará llamar más princesa con fines comerciales, algo que anunció este jueves en sus redes sociales, donde también promociona su actividad como 'coach' junto a su novio.

Hace tres meses, la princesa sorprendió al dar a conocer su noviazgo con Durek Verret, un hombre de 44 años de origen noruego que lleva media vida en Estados Unidos, donde ha hecho carrera como chamán y consejero espiritual. Establecido en Los Ángeles, da charlas y organiza actos que congregan a un buen número de personas. Incluso ha atraído con sus prácticas a personajes famosos, como la actriz Gwyneth Paltrow, una mujer que también hace negocio con este tipo de creencias en su (polémica) web Goop. Verret se presenta como la sexta generación de chamanes de su familia y se define a sí mismo como "innovador evolucionario, hacker espiritual, activista por los derechos humanos y líder del empoderamiento de la mujer".

Marta Luisa ya advirtió que no le importaban las críticas que pudieran surgir a raíz de su relación, si bien no ha podido evitar las voces que se levantaron en contra de su pareja cuando afirmó que podía curar la leucemia, algo que indignó mucho en Noruega y que fue la gota que colmó el vaso para que dejara su título ahora que está de gira con sus charlas. Puede que veamos a la pareja pronto en nuestro país, porque Marta Luisa ha confirmado su asistencia a la gala Starlite del próximo domingo, a la que podría acudir acompañada de su novio.

De polémica en polémica

Pero esta no es la primera vez que la princesa noruega crea una polémica. Es más, se puede decir que ha vivido en ella permanentemente, sobre todo por sus relaciones amorosas. Marta Luisa se casó en 2002 con el escritor danés Ari Behn, con el que tuvo tres hijas, Maud Angelica, Leah Isadora y Emma Tallulah. Si bien su matrimonio fue muy atípico para una casa real, porque el escritor nunca aceptó el guión marcado y su forma de vida nunca se adaptó a las circunstancias. 

Ari Behn fue durante casi 15 años el gran dolor de cabeza del rey Harald, pues era muy amigo de la farándula y llegó a participar en concursos de televisión, en salvajes fiestas con personajes famosos e incluso probó a hacer de vagabundo en las calles, todo ello dentro de lo que él consideraba su faceta artística. Incluso se saltó el protocolo real y llegó a revelar a quien votó en unas elecciones. En 2016, la pareja anunció su divorcio, algo que muchos noruegos celebraron. El pasado año, publicó un libro titulado 'Infierno' en el que, a través de 50 cuadros, relataba su situación posterior al divorcio, una especie de terapia.

Pero Marta Luisa no se queda atrás. Aunque nunca ha protagonizado escándalos de ese tipo, sí que ha dado peculiares declaraciones y ha mostrado su especial carácter, pues asegura que puede hablar con los ángeles e incluso ha ayudado a personas a comunicarse con ellos. Algo que casa perfectamente con su actual pareja, con el que ha montado un polémico negocio que a punto está de hacer que pierda su título de princesa, pero del todo.

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