"Memorias de un hombre en pijama" seguirá los pasos de "Arrugas" en el cine

  • Mónica Collado.

Mónica Collado.

Valencia, 13 sep.- El dibujante valenciano Paco Roca parece haberle cogido el gusto al cine de animación tras el éxito de "Arrugas" y, aunque confiesa que le da "vértigo", ya trabaja en dar vida en el celuloide a su personaje más autobiográfico, el protagonista de "Memorias de un hombre en pijama".

Con los mismos productores de su primera y premiada película, que ya ha dado la vuelta al mundo, Roca ha confesado en una entrevista con EFE que ya tiene el guión de su próximo proyecto cinematográfico, pero se encuentra en la "complicada" fase de lograr el total de la financiación, cerca de 1,5 millones de euros.

"'Arrugas' era barata, pero ésta es más", apunta Roca (Valencia, 1969), quien ya cuenta con fondos de Televisión Española, Canal+, la televisión gallega y el Ministerio de Cultura, entre otras ayudas, y confía en poder arrancar el proyecto antes de final de año, "si todo marcha según lo previsto".

El nuevo proyecto de animación del premio nacional del cómic en 2008 es una mezcla de las tiras que publicó entre 2010 y 2011 en el periódico valenciano Las Provincias y las que vieron la luz más recientemente con el mismo protagonista en El País Semanal.

"He tenido que darle un principio y un final a historias que eran entregas por separado", cuenta un Roca ilusionado ante el nuevo reto, en el que su hombre en pijama será doblado por un reconocido actor español de cine, teatro y televisión con quien negocian, aunque aún no quiere desvelar su identidad.

A primeros de octubre está previsto que salga a la luz, precisamente, la segunda entrega de estas "historias pijameras" como las define él, "Andanzas de un hombre en pijama", que recopila sus tiras cómicas en El País Semanal como continuación de las "Memorias".

Este nuevo trabajo, ya en imprenta, reflexiona sobre el trabajo de creación que llevan a cabo los artistas y sobre la vida a través de "una persona que trabaja en sus cosas y lo hace de la forma más indigna posible: en pijama".

"Te das cuenta de que lo que te pasa a ti es lo mismo que ha movido a artistas, escritores y músicos durante toda la historia del arte. Lo que te parece un quebradero para sacar una idea adelante ha sido lo mismo para mucha gente", explica.

También en breve se podrá ver gratis en la web de Oxfan Intermon el cómic de su reciente visita a Mauritania con esta oenegé para retratar la realidad de los cooperantes internacionales, una experiencia "interesante" con la que ha buscado "concienciar" sobre lo "útil" de ayudar a estos países.

Mauritania ha sido uno de los lugares donde le ha llevado su éxito, porque su obra ha sido publicada o su película distribuida en varios países de Europa, en Estados Unidos, en Japón y en Corea, donde ha podido viajar y le han servido como "fuente de inspiración, de historias y anécdotas para contar".

Para quien cree que los viajes sirven "en general para darnos cuenta de que no somos el ombligo del mundo", Roca está especialmente sorprendido por el éxito de su obra en Corea y Japón, dos culturas con tradición en el cómic y la animación.

Cuando retrocede a sus inicios como dibujante de publicidad y de cómic eróticos, busca mantener la ilusión que tenía por alcanzar nuevos retos: cada vez "da más pereza empezar un nuevo proyecto, porque sabes que son años de trabajo y dedicación y de soledad monotemática".

"Intentas buscar lo que te movía en un principio, una ilusión, un reto que pienses que te va a permitir mejorar como autor y como persona", ya que la ficción de un cómic, como un libro o una película, te permite "empatizar con puntos de vista y sentimientos que nunca pensaríamos tener" y "aprender".

Autodefinido como "dibujante ambulante", confiesa que a veces le cansa ser recordado siempre por "Arrugas", pero "como el cantante al que en un concierto siempre le piden la misma canción y la vuelve a tocar", se da cuenta de que le debe mucho.

"'Arrugas' me ha servido como ese foco mediático que todo autor quiere para hacerse un hueco y conseguir unos lectores de los que, aún hoy en día, puedo seguir viviendo", confiesa.

Querría ser recordado como un ilustrador "honesto" y nunca haría una historia sobre un político -"pasan rápido de moda y de la memoria"-, pero le haría "ilusión" contar una historia de la vida hollywoodiense de Blasco Ibáñez o sobre Sorolla.

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