El millonario divorcio de Adele: la estrella se juega una fortuna de 160 millones

  • La cantante británica rompe un matrimonio que puede costarle caro, ya que ella tiene más dinero que su ya exmarido.
Adele critica la actitud sexual de las estrellas del pop
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Es una de las noticias del fin de semana. La cantante británica Adele se divorcia del que ha sido su esposo, el emprendedor Simon Konecki, tras un matrimonio de 7 años y un hijo en común, llamado Angelo. Aunque la separación se ha conocido ahora, la prensa británica señala que llevarían ya bastante tiempo haciendo vida independiente el uno del otro, incluso años. 

Como en casi todo divorcio, en este también hay en juego algo más que el amor, el dinero. Y en este caso, hablamos de mucho dinero. Porque la estrella se juega una fortuna de nada menos que 140 millones de libras, algo más de 160 millones de euros. Ese es el importe que la cantante ha amasado desde que debutara como solista en 2018 con solo 19 años. Hablamos de más de una década de carrera en la que Adele ha batiro récords de ventas y ha sido número uno en más de 30 países del mundo.

El 2011 fue su gran año, porque fue cuando se lanzó su 'Rolling in the deep', la canción que le convirtió en famosa en todo el mundo y en la artista del momento. Si bien, desde entonces la cantante de 30 años no ha grabado muchos discos ni ha tenido muchas apariciones públicas. Su último trabajo data de 2015, llamado '25', en el que se incluía su último gran éxito, 'Hello'.

Por lo tanto, hablamos de una cantante que, sin haber sido muy prolífica, ha conseguido una gran eficacia y con pocos temas alzarse como reina de la música 'soul' de principios del siglo XXI. De hecho, se estima que en este tiempo ha vendido unos 100 millones de discos, siendo una de las artistas más vendidas del mundo, pues esta lista la encabeza Madonna con 300 millones de cd's. Así, solo en 2017 se embolsó 40 millones de libras (46 millones de euros), siendo una de las artistas mejor pagadas del mundo ese año, según Forbes.

Ese año, se estima que la Adele tenía una fortuna de unos 144 millones de euros, la cual aumentó en unos 16 millones en 2018, hasta alcanzar esos 160 millones y encabezar la lista de las artistas británicas más ricas menores de 30 años. Ahora, todo este imperio forjado gracias a sus prodigiosas cuerdas vocales podría correr riesgos si su ex le reclama parte de ese importe, el cual levantó en gran medida siendo su pareja.

Konecki, un emprendedor solidario

Por su parte, Simon Konecki tendría una cuenta bancaria mucho más modesta. Según la prensa británica, su patrimonio sería de unas 800.000 libras, unos 920.000 euros. Y eso que él también tiene una importante carrera detrás en su propio terreno. El neoyorkino empezó muy pronto a trabajar, con apenas 17 años, como agente de cambio. Después se convirtió en director del grupo de inversión EBS, pero pronto se dio cuenta de que prefería tener algo propio que, además, ayudase a los demás.

Así, fundó la 'startup' Drop4drop, la cual, como su propio nombre indica, se dedica a llevar agua potable y limpia a países donde escasea este bien tan importante. Konecki es el dueño del 100% de la firma, la cual está valorada en esos 920.000 euros. El trabajo de esta ONG se centra actualmente en India y países de África. Cada proyecto que realiza provee de agua potable a unas 1.000 personas que antes no habían podido acceder a ella.

Pero hay más. Porque en este divorcio también está incluido el patrimonio inmobiliario de Adele, que está estimado en cerca de 22 millones de euros. Entre sus propiedades destacan dos viviendas en Londres situadas una al lado de la otra que le costaron un total de 12,7 millones (unos 6 millones cada una). Además, tiene una casa costera en Hove, por la que pagó cerca de 3 millones, y una residencia en Beverly Hills la cual compró con Konecki por 8 millones. 

Estas serían las casas de las que se sabe con seguridad que son de su propiedad, pero según la prensa inglesa podría tener alguna más. Por lo tanto, hablamos de un ingente patrimonio que se puede desestabilizar en el proceso judicial de su divorcio. Por el momento, parece que no hay rencillas y ambos han declarado que seguirán criando a su hijo de forma conjunta. Pero ya se sabe que los divorcios de famosos siempre acaban sacando trapos sucios al exterior, por lo que la cordialidad aparente podría tornarse en una guerra abierta en cualquier momento.

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