Para la colección otoño-invierno 2017 Aubergin, que abrió la pasarela el jueves, toma como punto de referencia la época transcendental de Europa del Este de principios del siglo XX y el pintor Frantisek Kupka (1871-1957), que constituyen un equilibrio entre la abstracción geométrica y la orgánica.
Su prendas están diseñadas principalmente con tejidos de lana y pelo sintético que aportan un tono geométrico a la colección, mientras que las prendas sueltas destacan por sus estampados, y donde los jerséis de merino tamaño XL aportan un aire natural y orgánico a la colección.
Le siguió Isolation, la colección de Daniel Rosa, que está repleta del lanas frías, tejidos técnicos, paño, denim y tricot a mano, para conseguir un carácter melancólico y cálido y de colores como en blanco y el verde.
Torras presentó su colección otoño invierno basada en el concepto de utopía con el arte de Paul Klee y viste al hombre con paño, lana, chaquetas de piel y con un estilo que recuerda militar, de hecho, sus modelos parecían soldados.
En Wom and Now, buscaron el equilibrio a través de la fusión de materiales, colores y estilos, lo retro convive con lo deportivo, lo romántico se mezcla con lo rockero. Minivestidos y minifaldas de piel, medias de rejilla, que ya vimos en el desfile de Moschino, boinas y abrigos de pelo* lo nuevo de la firma, para la que desfiló Joana Sanz, pareja de Dani Alves, y Paula Willems, a quien se le relaciona con Quim Gutiérrez, tiene un toque muy ochentero.
Togetherness es el título de la colección de Yerse, que se "acercan a todo lo que es verdadero y natural", como dicen desde la firma. Sobre la pasarela hemos visto bordados y detalles folk inspirados en culturas reinterpretadas, espigas de jacquard, flores, cuadros y maxi rayas.
Los cuentos de Scherezade y Las mil y una noches se apoderaron de la pasarela cuando Lebor Gabala presentó su colección: caftanes de terciopelo, vestidos vaporosos de seda arrugada en los exóticos colores de las especias, sedas estampadas* Aunque lo más llamativo de su colección es el punto, que juega un papel fundamental, como no puede ser de otra manera en las colecciones de Lebor Gabala: cashmere, baby wool, alpaca y seda son los protagonistas, en diferentes texturas y galgas, donde las gruesas son las estrellas de la colección. Abrigos tejidos en punto, con jacquards que recuerdan los zelliges, adornados de pasamanería y piel de cordero para protegerse de las frías noches en el Atlas.
Muy delicada fueron las propuestas de Justicia Ruano con su colección Hedonism, una de las más femeninas y sensuales de la jornada. El dorado y plateado imparten una nota de alegría y riqueza a las prendas. Rosa y verde agua son los colores dominantes. Una paleta de color suave y sofisticada con incursiones de tonos esmeralda y vino.
La jornada la cerró Brain & Beast con sus propuestas, las más transgresoras del día. " Se propone disfrutar de lo inútil y absurdo, sin plantear más cuestión que el goce del capricho de fabricar aquello que nos es placentero porque sí, con la seguridad que da el saber que se canta sobre una pista previamente grabada", reza la nota de prensa y se traduce en camisetas, vestidos y sudaderas a base de bordados, leds y mensajes estampados a mano, que estaba repleto de color y con un patronaje que recordaba al japonés en los pantalones y los kimonos.
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