Otra forma de censura: un lifting con tipex para el libro rojo de Mao

    • La fotógrafa española ha borrado, típex de por medio, aquellas partes que ya han quedado obsoletas del Libro Rojo de Mao, el manual del buen comunista, para destapar la sociedad real de la China de hoy.
    • "Si va a haber una revolución, tiene que haber una fiesta", es la frase que abre esta versión 2.0. del librito de Mao, junto a una fotografía de una chica bailando, desmelenada, en uno de los numerosos bares que pueblan hoy las megaurbes chinas.
Un "lifting" para Mao
Un "lifting" para Mao

La fotógrafa española Cristina de Middel ha echado mano de la censura china, pero a la inversa: ha borrado, típex de por medio, aquellas partes que ya han quedado obsoletas del Libro Rojo de Mao, el manual del buen comunista, para destapar la sociedad real de la China de hoy.

El mensaje es sencillo, pero rompedor. "Si va a haber una revolución, tiene que haber una fiesta", es la frase que abre esta versión 2.0. del librito de Mao, junto a una fotografía de una chica bailando, desmelenada, en uno de los numerosos bares que pueblan hoy las megaurbes chinas. "Mis padres tenían una edición de los años 60 del Libro Rojo de Mao en casa, y decidí tomarlo prestado". Así empezó la historia de "The Party" (que puede traducirse indistintamente como "El Partido" o "La Fiesta"), el último fotolibro de De Middel (Alicante, 1975) que nació de su primera visita a China y que le ha llevado a ganar este año el premio al mejor libro internacional de PhotoEspaña y a ocupar páginas de medios como The Washington Post.

Tras el éxito internacional que obtuvo con "The Afronauts", su estreno en el mundo de los fotolibros, De Middel ahora toma prestado el icono maoísta por excelencia, el segundo libro más publicado del mundo tras la Biblia, y lo actualiza por dentro.

En un proceso minucioso, De Middel escoge páginas del Libro Rojo original, con las citas del exlíder, y censura todas las palabras que cree conveniente para conseguir formar una frase que tenga significado y, en la página siguiente, lo acompaña con una de las instantáneas que realizó en sus visitas a la segunda economía mundial. "Volví de mi primer viaje a China con 3.000 fotos y me gustaron todas, pero no tenía historia. Era una visión muy personal y subjetiva; no tenía hilo", rememora hoy en conversación con Efe sobre su primera aventura china que le llevó a vivir un mes con dos familias de Shanghái -dos semanas con cada una-, y de las que tan solo una persona hablaba inglés.'Fue como el tetris'

Fue en medio de tanta duda, en la que encontró la respuesta: los clichés que a ella misma se le habían desmoronado al llegar a China y conocer a su gente. "Viajé pensando en el país comunista, en gente oprimida, trabajando en granjas... Te encuentras con una sociedad totalmente distinta", relata.

Y es eso precisamente lo que expone en su innovador proyecto, donde, de manera irónica y divertida, presenta a la sociedad china en escenas de la vida cotidiana, pero también objetos inanimados, como un pequeño busto de Mao resquebrajado por la cabeza junto a la frase "somos buenos en destruir".

Las frases aparecen en inglés y sin ninguna incorrección gramatical, un objetivo que le costó muchos dolores de cabeza a la fotógrafa, quien comenzó a diseñar el libro por el texto, y luego seleccionó las imágenes que pudieran ajustarse a la frase que había extraído de las indicaciones de Mao. "Fue como el tetris. En cada página me encontraba Partido y comunismo por todas partes", ríe la periodista, que saltó a la fama internacional cuando, tras trabajar unos años en el diario Información de Alicante, apostó por la búsqueda de nuevos formatos.

A pesar de haber acumulado miles de fotografías en su primer viaje a China en 2011, tuvo que volver una segunda vez dos años más tarde, ya que le faltaron unas veinte páginas por ilustrar de su peculiar librito rojo. "Esta vez, fui como una fotoperiodista al uso y me adentré en Changsha, la ciudad de donde era Mao, esperando encontrar algo de él". Y halló la parte más propagandística del régimen en el pueblo donde vivió el dictador, cuya retórica ahora es rescatada por el presidente chino Xi Jinping.

Prueba de ello será la nueva edición que saldrá de "Citas del presidente Mao Tse-Tung" este noviembre, de la que aún no ha trascendido mucho, tan solo que su cobertura ya no será del todo roja y que ya no tendrá tamaño de bolsillo.

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