Polémica en el Reino Unido por la venta de una escultura de Henry Moore

  • La decisión de vender una escultura de Henry Moore por un ayuntamiento necesitado de fondos ha despertado críticas en el Reino Unido, donde destacadas personalidades del mundo de la cultura se han unido para tratar de evitarlo, informa hoy la BBC.

Londres, 5 nov.- La decisión de vender una escultura de Henry Moore por un ayuntamiento necesitado de fondos ha despertado críticas en el Reino Unido, donde destacadas personalidades del mundo de la cultura se han unido para tratar de evitarlo, informa hoy la BBC.

El cineasta Danny Boyle o el director de la Tate, Nicholas Serotam, figuran entre los firmantes de una carta redactada por la hija del escultor, publicada por "The Observer", en la que se oponen a la venta de la figura de bronce "Draped Seated Woman" (Mujer reclinada vestida), que Moore esculpió en 1958.

Tower Hamlets, un distrito del sur de Londres, anunció el mes pasado su decisión de vender la escultura, forzado por la crisis y un recorte presupuestario "sin precedentes" de más de 100 millones de libras (120 millones de euros o 160 millones de dólares) anuales durante los próximos tres ejercicios.

El ayuntamiento argumenta además que los costes de asegurar la obra son "demasiado altos" debido al vandalismo y al aumento del robo de objetos de metal.

Moore (1898-1986), conocido por su ideología socialista, vendió su obra al London County Council en 1960 por 6.000 libras (7.500 euros o 9.600 dólares), muy por debajo de su valor de mercado, con el propósito de que fuese expuesta en un espacio público de un barrio degradado del este de la capital británica.

La escultura podría alcanzar ahora los 20 millones de libras (25 millones de euros o 32 millones de dólares), lo que para Serota y Boyle "va en contra del espíritu original de Henry Moore".

Aunque los firmantes comprenden las "presiones financieras" a las que se enfrenta el ayuntamiento de Tower Hamlets, consideran que "todas las personas, con independencia de sus orígenes, deben tener acceso a obras artísticas de la máxima calidad".

"Sabemos que los tiempos han cambiado y que los costes de proteger la escultura son elevados, pero creemos que hay varios lugares en el barrio en los que podría exponerse sin peligro y para el beneficio de la comunidad", defienden los firmantes en la misiva.

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