Los clásicos imprescindibles

¿Qué serie veo ahora? Las diez apuestas para entender el gran boom televisivo

  • Desde 'Los soprano' hasta 'La casa de papel', este decálogo resume el estallido de la TV desde el cambio de siglos y el 'streaming' actual.
'The Wire' aterriza en TCM Autor
'The Wire' aterriza en TCM Autor

No hay canon posible si de televisión se trata. Sería inabarcable. Lo que a unos le guste a otro le espantará y hay casos en los que las pasiones que se despiertan entre los fanáticos superan las del fútbol o la música. También es que, como con la literatura o el cine, gusta más un género u otro. Pero siempre hay que empezar por algo. Y una de las preguntas que siempre recibe un consumidor de series de TV de un neófito es por dónde se adentra uno en este mundo. Más ahora que suma 20 años de crecimiento exponencial que el estallido de las plataformas de streaming no ha hecho más que exacerbar.

En fin, esta lista es un principio como cualquier otro. Una propuesta más que intenta tocar varios géneros y gustos aunque siempre respetando el enorme impacto que tuvieron todas (algunas veces de público, otras de crítica y otras de influencia en el entorno televisivo). No dilato más las introducciones. Las diez series siguientes son indispensables para entender el fenómeno televisivo. Su orden no es de mejor a peor y el único requisito es que sean casos que se puedan encontrar al completo en alguna de las tres grandes plataformas: Netflix, HBO y Amazon.

Los Soprano (1999-2007)

James Gandolfini interpretará al padre de uno de los protagonistas de la película
James Gandolfini domina la pantalla en 'Los soprano'. / L.I.

Creada por David Chase y disponible en HBO. Para muchos, como por ejemplo, 'Rolling Stone', la mejor serie de la historia. Sin ninguna duda, una de las mejores en toda lista. Dicen que es la reina de la considerada edad de oro de la televisión (la que va de mediados de la primera década a mediados de la pasada) porque elevó la calidad artística de la televisión casi al nivel del cine. Desde luego, no tuvo rival en ascendencia y aplauso crítico durante su emisión y en los años posteriores, si bien el paso del tiempo no perdona a nadie y la acumulación de oferta y su volumen total (86 episodios de una hora en seis temporadas) alejan a los curiosos. Tampoco es apta para quien no comulgue con las historias de mafiosos. Porque un italoamericano más bien cutre de Nueva Jersey que va al psicólogo da para mucho, pero debes entrar en ese mundo tan querido por Scorsese, Coppola... Si no, puede echarte antes de tiempo. 

The wire (2002-2008)

'The Wire', uno de los acontecimientos visuales de la última década
'The Wire', uno de los acontecimientos visuales de la última década. / L.I.

Creada por David Simon y disponible en HBO. La única que le puede discutir el primer puesto a los Soprano si por listas se trata. Sin embargo, su fama entre los críticos es mayor que entre el público. Mientras se emitió apenas generó interés en cuanto a impacto mediático y, sobre todo, de seguimiento entre los espectadores (hablamos de épocas previas al streaming). Es una serie de policías y ladrones (o narcotraficantes) con estructura de novela con mil ramificaciones. En el último capítulo (60 episodios en cinco temporadas) hay todavía guiños al primero y, como en la vida, hay aspectos sin resolver. Pese a tratar sobre la droga en Baltimore, es una metáfora del sueño americano como pocas. El ritmo es lento y la recompensa se gana con paciencia. Pero el viaje merece la pena. 

Breaking Bad (2008-2013)

Un grupo de 'fans' de 'Breaking Bad' denuncia a Apple por publicidad engañosa
El profesor Walter White (a la derecha) y su alumno Jesse Pinkman. / L.I.

Creada por Vince Gilligan y disponible en Netflix. Con el final de las dos anteriores, la televisión buscaba un sucesor en el reino. Y un profesor de química de Nuevo México que se mete a narcotraficante se alzó con el cetro cuando muy pocos lo pensaban. En especial, tras una primera temporada solo pintona, sin demasiado fondo y una mitad de la segunda que tardaría en ajustar. A partir de ahí, la serie rompió moldes (argumentales y artísticos) en sus 62 episodios en cinco temporadas. Ha habido una película secuela y una serie, 'Better call Saul', que también retoma a personajes en épocas anteriores. Aunque todo ello es solo para quien se deje enganchar por Walter White en primer lugar.

Mad Men (2007-2015)

Creada por Mathew Weiner y disponible en Netflix. Habrá quien diga que la sucesora de las dos grandes en el cambio de décadas es esta historia sobre un grupo de publicistas en la década de los 60. Desde luego, tiene en común con todas las anteriores (excepto con 'The wire', con un reparto más coral) un protagonista varón, fuerte, con cierto toque de antihéroe, tan característico de la edad dorada televisiva (si quieren leer a alguien que sabe de televisión en España, hay que empezar también por Alberto N. García). De ritmo también pausado y con una psicología soterrada que más quisieran los maestros rusos de la novela, quizá sus siete temporadas y 92 episodios sean demasiado reto.

A dos metros bajo tierra (2001-2005)

Creada por Alan Ball y disponible en HBO.  Después de triunfar en los Oscar de 2000 con 'American Beauty' y su guion, Ball se recluyó en televisión para crear esta serie también con toques amargos y alegórica de la vida común americana. Su sinopsis puede que diga que trata de la vida de una familia que posee una funeraria, pero, por encima de todo, trata de la muerte y de lo que se hace con la vida hasta entonces. Eso sí, es triste como pocas, por lo que no se recomienda verla en bajos momentos. Y como curiosidad se podría decir que es de las pocas series cuyo final ha concitado el aplauso general. 

Friends (1994-2004)

Creada por Marta Kaufman y David Crane y disponible en HBO. Un poco de comedia, al fin. Tampoco necesita mucha presentación pero si hay una sitcom que todavía perdura, pese a haber terminado hace casi 20 años, es esta. La mejor muestra es que fue todo un drama para Netflix perderla a manos de HBO porque era siempre de lo más visto de su catálogo. Ahora lo es en la competencia. Y vuelven. 

Juego de tronos (2011-2019)

Creada por David Benioff y D.B. Weiss y disponible en HBO.  Entra en esta lista por impacto global más que por su calidad media. A medida que avanzó, esta serie de fantasía y dragones ambientada en un trasunto de Edad Media mágica, fue perdiendo suelo y consistencia (hay quien dice que quedarse sin la red de los libros en los que se basa se notó demasiado). Hasta su tramo final, aun así, recordó a Shakespeare y Maquiavelo e incluso había quien lo recomendaba como manual político. Al final, es un espectáculo al estilo Hollywood (incluyendo su despliegue técnico y presupuestario) en la pequeña pantalla. Todos buscan ahora su 'Juego de tronos'. Por su impacto, por supuesto. 

La casa de papel (2017-presente)

Creada por Álex Pina y disponible en Netflix. También debe su presencia aquí al impacto internacional del que goza. Es la serie no producida en Estados Unidas de la plataforma con mayor éxito fuera de sus fronteras y en medio planeta. Un producto pensado para entretener (lo que no es poco) que ha trascendido su pretensión inicial hasta convertir en icono casi todo lo que la rodea. Unos ladrones más listos que nadie. El bombazo español en el ruedo televisivo mundial.

The good wife (2009-2016)

Creada por Michelle y Robert King y disponible en Amazon Prime. Una serie sobre abogados pijos de Chicago. Esa es su sinopsis simplificada, si bien el título y el arranque ya apuntan a su verdadero objetivo: la política. Trata de la mujer de un cargo al que acusan de irse de prostitutas que se debate entre abandonarlo o no y, mientras tanto, deja su rol de ama de casa para entrar a trabajar como abogada. Curiosamente, la protagonista es uno de esos personajes que, no tan inusualmente en el mundo seriéfilo, es el que peor cae de un elenco que, en este caso, es su mejor baza. Sus 156 episodios en siete temporadas imponen. Cuando empieza a verse, no tanto. 

The shield (2002-2008)

Creada por Shawn Ryan y disponible en Amazon Prime. Coetánea de los grandes dinosaurios de la edad dorada de la TV siempre sale en listas y destacados de la crítica. Otro antihéroe, aunque en su sentido más literal porque se trata de un policía corrupto y todo su equipo a cada cual más corrupto. Una producción sucia, que recuerda al documental, una galería de personajes despiadados al más puro estilo Peckinpah, un sabor amargo al final de cada episodio. Televisión sin concesiones a lo correcto pero muy, muy entretenida. 

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