Rulo y la Contrabanda: "Nuestra cara A es eléctrica y esta es nuestra cara B"

  • Javier Herrero.

Javier Herrero.

Madrid, 9 sep.- El castillo de Argüeso, lugar un tanto recóndito de Cantabria a ocho kilómetros de su casa en Reinosa, fue el espacio elegido por Raúl Gutiérrez, más conocido como Rulo, para "regalarse" un concierto y un álbum en directo por sus 20 años sobre los escenarios, en los que mostró su otra faz con la Contrabanda.

"La cara A de la banda es eléctrica y esta es nuestra cara B", dice sobre el formato semiacústico que asumen las canciones en este CD+DVD, que prefiere no definir como "un disco al uso", sino como el "reflejo" de su exitosa y reciente gira por 21 teatros de España, en la que adaptó sus cortes rock a la gravedad y carácter casi sagrado de estos recintos.

"Una noche en el castillo", segundo álbum en directo de su carrera en solitario tras su salida de La Fuga en 2009, se publica hoy y, en una entrevista con Efe en Madrid, su autor se ha felicitado por aquella velada antológica que costó un mes de preparativos en el citado fortín y mucha plegaria al cielo frente a la pertinaz lluvia.

"Cuando algo se sangra mucho...", afirma Raúl Gutiérrez (Reinosa, 1979), orgulloso del esfuerzo invertido en una idea concebida por esa cabeza suya de cabellera leonina, que a última hora se salvó del agua y contó incluso con una panorámica lunar.

Durante la entrevista, Rulo emplea de nuevo la metáfora de "sangrar" para referirse a canciones compuestas durante la época con La Fuga que sigue interpretando en los conciertos, también en este álbum, a pesar de que las cosas no acabaron bien entre las partes.

"Si no las hubiese sangrado o compuesto yo, no las cantaría, pero, por ejemplo, 'La balada del despertador' se la hice a mi exmujer y me emociona más que otras que he hecho en esta fase. Hay otras de La Fuga que no podría cantar con 35 años, pero solo un par, porque ya no ando borracho por las esquinas", cuenta.

El oficio de la música vuelve a ser "un 99 por ciento placer" para él. Atrás quedan las dudas de qué iba a pasar tras su salida del grupo con el que se hizo famoso y los "9 meses posteriores de depresión" en casa.

"Cuando me fui, lo hice convencido de que no quería estar en un lugar si no era feliz con las personas que me rodeaban. Yo me quiero subir al escenario con alguien con quien luego me tomaría un copa", explica este cántabro.

En cualquier caso, reconoce que al principio miraba de reojo a sus excompañeros para ver "cómo volaban" sin él. "Pero su segundo disco sin mí -"Más de cien amaneceres", de 2011- ni lo escuché ni vi los vídeos ni nada", añade.

Ahora, como recuerdo vivo de entonces, solo quedan la nombrada "Balada del despertador", además de la mediática "Pa'aqui pa'allá" y "Primavera del 87", canciones de La Fuga que suenan en "Una noche en el castillo" junto a éxitos de sus dos álbumes con La Contrabanda, "Señales de humo" (2010) y "Especies en extinción" (2012).

"'Heridas de rock&roll' es una canción mayúscula, ojalá en todos los discos le arrancara a la guitarra un tema así", dice sobre uno de sus nuevos clásicos, como "Mi cenicienta", "Como Venecia sin agua" o como "La cabecita loca".

Además incluye el "aliciente" de una canción inédita que solo sonó en aquel concierto, "Por ti", una de las tres que ya tiene listas para su tercer disco de estudio.

A él volverá en uno de sus "viajes compositivos", cuando cumpla con los compromisos pendientes (le quedan un puñado de conciertos en lugares como México, Londres y Dublín) y se recupere de la "fatiga preciosa" de los últimos meses en un "refugio" tan recóndito como el castillo de Argüeso que ha descubierto en Cartagena de Indias.

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