Saltan las alarmas: las películas en 3D recaudan cada vez menos dinero

  • Los datos de 'Piratas del Caribe: En mareas misteriosas' en EEUU han levantado las sospechas. De los ingresos durante su primer fin de semana en la cartelera, solo el 47% correspondió a la venta de entradas para verla en 3D. Lo normal hubiese sido alrededor de un 60%. El fenómeno no es exclusivo de USA. En España los datos son similares.
Los piratas en 3D no tienen tanto tirón
Los piratas en 3D no tienen tanto tirón
lainformacion.com
M. J. Arias

Las 'modestas' cifras recaudadas por los dos últimos grandes estrenos en 3D en Estados Unidos han hecho que al otro lado del charco se alcen voces agoreras vaticinando el principio de un declive del formato. La mecha la encendió Piratas del Caribe: En mareas misteriosas. En su primer fin de semana solo el 47% de su taquilla se debió a las tres dimensiones, cuando lo habitual para un estreno de estas proporciones y características allí se mueve en torno al 60%, según recoge The New York Times. Después llegó Kung Fu Panda 2, con su 45%, y las voces levantaron un poco más el volumen. Pero el fenómeno de desinfle no afecta solo a los estrenos en EEUU. En España, los datos se mueven más o menos en los mismos parámetros.

La segunda entrega del panda de Dreamworks aún no ha aterrizado en España –lo hará el 17 de junio–, pero sí Piratas del Caribe. En su primer fin de semana en la cartelera, la aventura bucanera de Penélope Cruz recaudó 6,4 millones de euros. Una cifra que no superó al flamante estreno de la anterior, 8,9 millones. ¿Se estará hundiendo el barco? Para eso habrá que esperar a los resultados finales. Mientas siga en cartel hay esperanza. Lo que no parece es que los espectadores estén muy por la labor de seguir dejándose unos cuantos euros más en la entrada por ver la película en 3D.

De la caja hecha por En mareas misteriosas en su estreno, solo el 45% se lo debe al 3D. La cifra no parecería algo pobre si no fuese porque otras grandes producciones obtuvieron mejores resultados hace no tanto. Las tres dimensiones le dieron a Alicia en el país de las maravillas el 65% de su recaudación el primer fin de semana. Avatar, la reina cuando se habla de tridimensionalidad en el cine, obtuvo un 61%. Incluso la criticada Furia de titanes, a la que se le echó en cara la pobreza de la factura, consiguió un 60%.

Los datos no mejoran con el tiempo, ya que con tres semanas en cartel, el porcentaje de la recaudación de Piratas del Caribe en este formato ha visto como disminuía ligeramente hasta el 43,4%, frente al 55,6% recaudado en el tradicional 2D. Dentro de los mismos márgenes se mueve Thor. Según los datos facilitados por Paramount, la aventura del dios nórdico acumula una taquilla de algo más de 8,3 millones de euros desde que se estrenó el 29 de abril. A 6 de junio, de ese montante, el 47,17% se lo debe al 3D.

De la consolidación al pinchazo

El informe de PrincewaterhouseCoopers3D Here and Now… A Goose That Lays a Golden Egg? hablaba de 2010 como el año de la consolidación del formato. Según sus datos, lo habitual durante el año pasado es que los estrenos en este formato se moviesen (en EEUU) entre un 50% y un 70% el primer fin de semana de su estreno. Así, Alicia en el país de las maravillas sumó un 70% de su taquilla gracias a las tres dimensiones, Toy Story 3 un 60% y Cómo entrenar a tu dragón un 68%. Los datos más recientes, sin embargo, apuntan a que 2011 podría ser el año del desencanto. Aunque la recaudación del 3D sigue siendo importante tanto en Estados Unidos como en España, se observa una tendencia a la baja que puede deberse al hecho de que el formato aún no ha superado sus limitaciones técnicas y el empuje del factor novedad se haya agotado ya.

Sin ser conscientes de ello, pues hablaban de las ventajas de ver Piratas del Caribe en 3D, el productor Jerry Bruckheimer y el director Rob Marshall dieron las posibles claves del pinchazo a su paso por Madrid. El productor habló de las tres dimensiones como "una ventaja fundamental para el espectador". Se refería a la posibilidad de adentrarse en un mundo pirata como el de su película. Pero puede que el precio de la entrada y la experiencia que se obtiene no compensen. En Avatar, madre del fenómeno, el 3D era indispensable para poder disfrutar al 100% del mundo creado por James Cameron. Sin embargo y por mucho que se empeñe Bruckheimer, no ocurre lo mismo con la saga de Jack Sparrow. De hecho, las anteriores fueron en 2D y nadie echó en falta una dimensión extra.

Un esfuerzo económico molesto

El principal problema al que se enfrenta el 3D es que productores y estudios parecen pensar que todo vale. "No todas las películas deberían ser en 3D", dijo Rob Marshall en la presentación española de la cuarta de Piratas del Caribe, la misma que ha destapado el posible bajón. No le falta razón al director. Hay películas como Avatar o Tron que están pensadas para ello y en las que técnica y trama van de la mano para ofrecer una experiencia tridimensional satisfactoria al espectador.

Pero en la mayoría de los casos no ocurre así. Mientras ver películas en 3D sea tan incómodo y caro, este formato no será mayoritariamente la primera opción del espectador. De momento y salvo contadas ocasiones como es el caso de Avatar, donde la experiencia mejora sensiblemente con gafas, la mayoría de las veces el esfuerzo económico y físico no compensan. El primero hace daño al bolsillo, porque las entradas en 3D son más caras que las tradicionales. El segundo se refiere a la incomodidad que aún hoy supone ver una película en este formato. Las gafas siguen siendo pesadas y poco prácticas para quienes ya usan otro par para ir al cine. Al final, lo que el espectador percibe es que está pagando una entrada más cara por ver la misma película y encima el resultado no es satisfactorio, por incomodidad y por calidad. No todos los rodajes disponen de la tecnología necesaria para que el producto final cuente con un 3D óptimo.

A la principal herramienta de la industria del cine contra la piratería aún le queda mucho camino por andar para consolidarse tras el boom inicial que hizo pensar que tenía quizás todo valía. La nueva Avatar podría ser Transformers 3: El lado oscuro de la luna. La tercera entrega robótica ha sido rodada para extraer al 3D todo su jugo. Está pensada por y para ser tridimensional, con la técnica adecuada y con la clara intención de hacer que la experiencia merezca la pena. Ver robots peleándose entre sí con algún humano de por medio en 3D puede hacer que la película gane enteros como experiencia virtual. Otra en la que también hay puestas esperanzas de triunfo es Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte II. Su gran baza, una pelea final entre el niño mago y Voldemort en Hogwarts. Quizá la magia y los robots consigan remontar el vuelo del 3D y arañar una porción más grande de la tarta taquillera.

Mostrar comentarios