Tahar Ben Jelloun: Las revueltas en los países árabes pueden llegar a Europa

  • Las revueltas en los países árabes se pueden producir también en Europa, donde los derechos de los ciudadanos retroceden por la "dictadura del dinero", según el escritor, ensayista y poeta marroquí Tahar Ben Jelloun.

Catalina Guerrero

Madrid, 24 sep.- Las revueltas en los países árabes se pueden producir también en Europa, donde los derechos de los ciudadanos retroceden por la "dictadura del dinero", según el escritor, ensayista y poeta marroquí Tahar Ben Jelloun.

"No se puede excluir que en un futuro más o menos lejano haya revueltas también en Europa, pero no por la misma razón" que en los países árabes, dice Ben Jelloun en una entrevista telefónica con Efe con motivo de la publicación en español de su ensayo "La primavera árabe" y de la novela "El retorno", ambos en Alianza Editorial y de los que hablará el miércoles próximo en la Casa Árabe de Madrid.

Con el subtítulo de "El despertar de la dignidad", el breve ensayo de Ben Jelloun sobre "la primavera árabe", de apenas 150 páginas, sostiene que estos movimientos ciudadanos "históricos" y "espontáneos" de protesta han llegado "muy lejos", hasta India y China por el este, e incluso, indica el autor a Efe, hasta España, con el llamado 15-M.

"Hay una situación global en el mundo de retroceso de derechos. Ahora se aplastan, no con dictaduras políticas sino con la dictadura del dinero, de las finanzas", dice el autor de "El niño de arena" y "La noche sagrada", premio Goncourt en 1987 y considerado uno de los intelectuales de mayor proyección del mundo árabe.

El dinero, continúa Ben Jelloun (Fez, 1944) se ha convertido en "el alma del mundo" y "se están fabricando pobres en toda Europa".

"Cuando alguien se queda sin trabajo, sin vivienda, sin nada, es horrible", subraya y, además, lo peor, prosigue, es que "no puede salir a la calle y gritar como contra una dictadura".

Y no puede hacerlo, explica Ben Jelloun -afincado en Francia desde 1971-, porque los responsables no son los políticos, a quienes la situación actual "les ha sobrepasado", sino que "son unos tipos que están en la Bolsa y juegan con el dinero de unos y de otros, con dinero virtual".

Mucho más compleja es, según Ben Jelloun, la situación a la que se enfrentan los países árabes en los que ha habido o siguen habiendo revueltas "de orden moral y ético" para reclamar "valores universales, la libertad, la dignidad y el respeto de los derechos".

"Un inmenso Muro de Berlín está cayendo", celebra el autor de "Con los ojos bajos", "Día de silencio en Tánger" o "Mi madre".

No obstante, advierte de que "habrá problemas", incluso en Túnez y Egipto, países en los que primero prendió "la mecha" y consiguieron "superar la primera etapa: la marcha del dictador".

Y es que, reflexiona, es "mucho más fácil rebelarse que crear un nuevo Estado de derecho, democrático y libre".

Ese es el enorme reto que tienen ante sí ahora Túnez y Egipto: "Reconstruir el Estado, sentar las bases de una nueva estructura estatal con un espíritu democrático, de respeto, de apertura y tolerancia, y eso -subraya- es más difícil, va a requerir mucho tiempo, incluso una nueva generación".

A más corto plazo, Ben Jelloun identifica dos incógnitas: qué papel jugaran los islamistas y el ejército.

Pero siente mucha más "inquietud" por Libia, donde "solo cuando Gadafi haya sido detenido y juzgado, y sus mercenarios puestos fuera de juego se podrá decir -asegura- que se ha terminado".

Libia, además, "va a ser el país más difícil de reconstruir porque no tiene tradición política, ni oposición, ni sindicatos, ni prensa. Ha estado 42 años apartado del mundo", recuerda Ben Jelloun.

Siria, prosigue, es "una pesadilla", los dirigentes del país son "asesinos que están bien instalados" y la situación solo cambiará si se produce "el milagro de un golpe de Estado", ya que parece "imposible" una intervención exterior debido a la importancia estratégica del país, estima Ben Jelloun.

También es "otra pesadilla" Yemen, ya que es un país tribal como Libia y con una población armada, con el agravante de que, según este antiguo profesor de filosofía, es un país anclado como ningún otro en el pasado y duda que tenga interés por la democracia.

De Argelia, un país cuya única autoridad, según Ben Jelloun, es el ejército, dice que ante una revuelta sería el que probablemente se resistiese más y no dudase en derramar sangre de manifestantes.

La "excepción" en su repaso por las revueltas árabes por el norte de África y Oriente Próximo es Marruecos, su país natal, al que regresó con su familia para instalarse en Tánger de 2006 a 2009, cuando regresó a París tras ser elegido para la Academia Goncourt.

"Marruecos saldrá adelante porque las reformas ya están en marcha" y "tiene la suerte de tener a la cabeza del Estado a Mohamed VI, un rey lúcido, moderno, que ha trabajado y reformado su país y, además, la gente le quiere". EFE

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(Fototeca Cod/Ref: 3136971)

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