Tom Stoppard se queda "encantado" con la "Realidad" de Cámara y Pujalte

  • Madrid.- Si estaban impresionados por tener al autor de la obra, el mítico Tom Stoppard, sentado entre el público no lo han demostrado. Javier Cámara y María Pujalte se han entregado esta noche a la pasión por encontrar la palabra justa que hace que "Realidad" sea un éxito desde que se estrenó hace 28 años.

Madrid.- Si estaban impresionados por tener al autor de la obra, el mítico Tom Stoppard, sentado entre el público no lo han demostrado. Javier Cámara y María Pujalte se han entregado esta noche a la pasión por encontrar la palabra justa que hace que "Realidad" sea un éxito desde que se estrenó hace 28 años.

"Me ha gustado mucho. No suelo ir nunca a ver los montajes de mis obras pero éste me ha encantado", ha dicho Stoppard a Efe nada más bajar el telón y después de aplaudir sin cesar a los intérpretes desde su butaca de la fila 6 en el teatro María Guerrero de Madrid, que estrenó la obra el pasado día 28 y la mantendrá en cartel hasta el 7 de marzo.

El autor, que participará mañana en un encuentro en el María Guerrero, asegura que ha entendido "la mayor parte" de esta historia de amor, traición y adulterio, que le ha parecido "estupendo" escucharla en otro idioma, y que en español le suena "más suave que en inglés".

Cámara y Pujalte han hecho reír y emocionarse al público en el montaje que ha hecho Natalia Menéndez del carrusel de sentimientos que es "Realidad", una muestra de sinceridad autobiográfica con una arquitectura teatral impecable capaz de crear dobles y triples intenciones haciendo equilibrios entre el sarcasmo y la emotividad.

El texto de Stoppard, guionista de películas como "Shakespeare in love", es tonificante y ágil y, según decía recientemente Cámara, "súper actual" y desde esa perspectiva encaran la pasión entre un hombre y una mujer y la pasión del hombre por el lenguaje, por encontrar la palabra exacta para expresar un sentimiento.

"Tener preparadas todas las réplicas justo cuando vas a necesitarlas... Esa es la diferencia entre el teatro y la vida real", dice uno de los personajes para subrayar que la habilidad con las palabras puede tender puentes o causar un dolor irreparable.

Cámara y Pujalte se lucen en el arriesgado juego de esgrima verbal con el que Stoppard asaetea las convenciones de todo tipo y lo hace con humor sarcástico en muchos momentos pero luego, como decía Menéndez, se ve claramente cómo "se le cuela el corazón".

La escenografía de Alfonso Barajas hace con una "vídeo creación" un homenaje al tiempo y al espacio que sigue el juego a Stoppard y que es capaz de conjugarlos con la emoción y la sensibilidad.

El vestuario define muy bien los personajes y les da un toque de comicidad, a la vez que de cierta sofisticación, y la música -mucho pop de los 80-, toma vida propia.

En la escena segunda, Stoppard, que se insulta a sí mismo por boca de todos los personajes femeninos, prepara una lista de los discos que se llevaría a una isla desierta para participar en un programa de televisión y muestra su absoluto desconocimiento de "lo clásico".

"Soy uno de los dramaturgos intelectuales y parecería un perfecto idiota si contara que mientras escribía 'Sartre y los existencialistas' me pasaba el día escuchando a Rocky Sharpe y The Replays cantar 'Rama Lama Ding Dong'", admite el personaje que interpreta Cámara.

Stoppard está de visita en España para asistir a la función de esta noche, y a un encuentro mañana en el que se presentará la traducción de la "cumbre del teatro actual", la "descomunal""La costa de la utopía", entre otros actos.

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