Vega, "visceral y andaluza", toma los mandos en "La cuenta atrás"

Javier Herrero.

Madrid, 17 sep.- Un desacuerdo con su anterior discográfica sobre cómo llevar su carrera llevó a la cantante Vega a pedir la carta de libertad y a tomar los mandos de un nuevo disco que ha titulado "La cuenta atrás", "el más fiel" a su personalidad que define como dialogante, pero también "visceral y andaluza".

"No me considero una artista caprichosa, pero sé qué tipo de carrera quiero llevar", explica en una entrevista con Efe esta artista, que se reconoce como una persona "activa" y "luchadora" y que resume su salida de Universal Music del siguiente modo: "Quién quiere trabajar con quien no quiere trabajar contigo".

Mercedes Mígel (Córdoba, 1979), alias Vega, publica el próximo martes -de la mano de Sony- el fruto de ese trabajo tan personal, su cuarto disco de estudio, que refleja "la mejor etapa" de su vida.

Tras el éxito de "Metamorfosis" (2009), su anterior álbum, Vega ha vuelto a Los Ángeles (EEUU) para repetir con Sebastian Krys como productor, que ha contribuido a resaltar los toques "años 80" que la cantante quería para su nuevo trabajo, con sintetizadores "para dar color a las canciones".

"Queríamos hacer algo más arriesgado, más fiel a mi personalidad", cuenta Vega, una amante del rock de U2, Coldplay y Radiohead que se reconoce como una "mujer visceral y andaluza".

"Puedo ser la persona más dulce del mundo o la que tiene más mala leche. Las letras representan eso y mis valores como persona, la amistad, la libertad, el ser aceptado como uno es. Al final todas las canciones hablan de amor o de desamor, porque es el motor de la vida", explica.

Añade que "La cuenta atrás" parece un "disco más oscuro", porque las letras son, acordes con su edad, "más duras" que en "Metamorfosis", pero también dice que son "esperanzadoras".

"Ahora pienso que qué inocentes eran mis letras de 'India' (2003)", apostilla sobre su primer disco de estudio, publicado tras darse a conocer en el concurso de talento televisivo "Operación Triunfo".

Atenta a cada aspecto de su carrera, en su nuevo single "Como yo no hay dos" simula ser un maniquí con vida y espíritu propios, junto a la actriz Alexandra Jiménez.

"No me dejo tratar como un maniquí. La gente que tengo alrededor sabe que se consiguen más cosas conmigo a través del diálogo. Al principio de mi carrera, intentaron manejarme como un muñeco, muy al principio, y obviamente los resultados fueron muy malos para ellos", comenta.

Suya es la idea de este vídeo, como la de todos los de su anterior trabajo, pues dice que, cuando compone, ve sus canciones en imágenes.

"Hacer canciones es un arte y yo creo que se pueden hacer a medida como un buen traje, por eso me gusta cantar mis propios temas", dice Vega sobre sus composiciones, que en los últimos años se han convertido en habituales de series de televisión y anuncios.

"Soy más consumidora de música independiente, pero creo que al componer busco el gancho, aunque sean canciones un poco alternativas, y por eso funcionan muy bien para ese medio", argumenta esta licenciada en Publicidad, que asegura que el día que deje de disfrutar con la música, trabajará en una agencia eligiendo canciones para spots.

De momento, prosigue con sus ensayos de piano, que aprendió a tocar en sólo dos meses y que le ha abierto un nuevo mundo.

"En las clases me dieron un ejercicio, lo modifiqué porque no me gustaba la secuencia y aquello terminó convirtiéndose en mi canción 'Nueva York'", cuenta esta avezada instrumentista, que el martes ofrecerá en el madrileño FNAC de Callao un concierto especial para las 125 primeras personas que compren su disco.