Madrid, 8 feb.- El filólogo Víctor García de la Concha, que a finales de enero fue nombrado nuevo director del Instituto Cervantes, ha elogiado hoy el espíritu de "renovación" que guió la obra del cantaor Enrique Morente, cuya figura recorre el libro que ha presentado en el mismo acto la revista Boronía.
"Su repentina muerte interrumpió un trabajo incansable y dejó un vacío en toda la cultura", ha señalado el ex director de la Real Academia Española (RAE) en su primer acto institucional desde que ocupa su recién estrenado cargo.
Rodeado de familiares y amigos del artista granadino, que falleció a finales de 2010, García de la Concha ha señalado que el "objetivo ambiciosísimo" que se marcó Morente en el terreno musical seguirá influyendo a las generaciones futuras, pues supo combinar "lo mejor de la música con lo mejor de la palabra".
Esto último lo logró, en opinión del antiguo director de la RAE, encarnando "cientos de letras populares", como las del poeta Pedro Garfias, perteneciente a la Generación del 27.
Una emocionada y agradecida Soledad Morente, hija del flamenco, ha tomado la palabra después para sacar a la luz la "última reflexión" que dejó su padre guardada en uno de sus bolsillos, en la que se describía "arrastrado por el viento hacia la nada".
Gabriel Núñez, uno de los responsable del último número de la revista Boronía, que recoge docenas de obras plásticas y literarias inspiradas en Enrique Morente, ha recordado que este proyecto surgió por la "necesidad visceral de cubrir el vacío" que dejó la muerte del autor de "Omega".
Miquel Barceló, Santiago Auserón, Alicia Chillida, Emilio Barrachina, Lee Ranaldo y Pepe Habichuela, entre otros, trazan en "Libro de Morente 2" el perfil de un músico que Núñez considera inmortal.
Otro de los artífices, Javier Latorre, reciente Premio Nacional de Danza y coreógrafo de los espectáculos más relevantes del Ronco de Albaicín, ha situado al maestro entre los "tres o cuatro grandes evolucionadores que ha dado este arte".
Tras recordar el "bofetón maravilloso" que le supuso escuchar por primera vez el álbum "Omega", ha alabado la "calidad personal" y "generosidad humana" de las que hacía gala Enrique Morente, así como su "capacidad para enseñar".
El último en honrar la figura del flamenco ha sido el guitarrista Pepe Habichuela, uno de sus acompañantes habituales, quien ha interpretado con fervor algunas de las piezas que convirtieron a su "hermano y compañero" en todo un referente mundial de su género.
"Es música que se pega al cuerpo y no se quita nunca", ha sentenciado Habichuela con emoción en sus palabras.
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