Willy Toledo: "Tiene mucho de heroico construir y mantener el FiSahara"

  • Alicia G.Arribas.

Alicia G.Arribas.

Dajla (Argelia), 12 oct.- El FiSahara ha superado, por décimo año consecutivo, el reto inmenso de poner en marcha un acontecimiento como este en Dajla, el desierto de los desiertos, la nada más absoluta bordeando la frontera argelina, donde conseguir agua, luz o una simple aspirina es todo un milagro.

"Tiene mucho de heroico fabricar, construir, diseñar y mantener en el tiempo un festival como éste", asegura a Efe el codirector del FiSahara y actor español Willy Toledo, que se ha trasladado al desierto desde su residencia actual en La Habana para celebrar el X aniversario del único festival de cine que ocurre en un campo de refugiados.

El proyecto, que nació por iniciativa de cineastas españoles bajo la dirección del peruano Javier Corcuera, se ha convertido con los años en un evento cultural en el que se implica toda la población exiliada: las familias acogen en sus casas (jaimas) a los invitados, a los que cuidan como si fueran parientes.

"Es una lucha titánica que implica el esfuerzo y las ganas y la ilusión de muchísima gente que lo hace todo de manera absolutamente desinteresada", recuerda Toledo, para quien los años han cambiado el festival para bien.

Se nota, dice, que en el festival "va estando todo más organizado, se cumplen los horarios y la colaboración entre la parte saharaui y los que venimos de Madrid está cada vez más engrasada; ten en cuenta -apunta- que son dos maneras muy diferentes de trabajar, dos culturas, dos idiomas y dos formas de hacer y estar".

Este año ha salido todo a la perfección, considera Toledo, "el trabajo ha sido espectacular, la gente de Djala ha trabajado meses para recibir al festival y tenerlo todo preparado para cuando llegásemos y, desde Madrid, el grupo ha estado cada vez más compacto y organizado".

La novedad se llama María Carrión, una mujer menuda y de energía inacabable que ha venido al festival con su familia, consultora de comunicación para Amnistía Internacional y directora en Nueva York del programa "Democracy Now!", desde este año, directora ejecutiva del FiSahara. Un aire nuevo y más internacional, explica Toledo.

"En los últimos ocho años, el FiSahara se había convertido en un intercambio bilateral entre el cine español y el pueblo saharaui; eso sigue existiendo, porque es la gente del cine español la que hace que continúe, pero pecábamos de inmovilismo y las cosas inmóviles acaban oxidándose y no se sabe bien para dónde van", resume.

Por eso, señala, la obsesión por salir al exterior ya era "urgente".

Este año, además, para celebrar el X aniversario, le añadieron "un cariz más político", por eso, explica, ha habido más cine documental y los talleres han ampliado sus objetivos casi exclusivamente cinematográficos de ediciones anteriores.

"Este año -agrega el protagonista de "El otro lado de la cama"- le dimos importancia a la cámara como instrumento de combate político".

La situación en el Sahara, recuerda, no ha cambiado en los últimos 38 años, los mismos que llevan recluidos en este desierto argelino.

"No se cuánto más pueden aguantar, sólo puedo decir que estaré con ellos decidan lo que decidan, si quieren seguir su lucha por métodos pacíficos y diplomáticos, en Naciones Unidas, yo les voy a apoyar porque tienen toda la razón pero si eligen cualquier otro camino, también, porque siguen teniendo toda la razón", resume.

"Mi vida ahora mismo está en La Habana, sigo buscando trabajo, y, de momento, haré una película en Colombia, 'Tres', segundo largometraje de Salvador Valencia", añade.

El actor destaca "la cantidad de actores, actrices y directores" que se han sumado año tras año al FiSahara: desde Javier y Carlos Bardem, Juan Diego Botto o Aitana Sánchez Gijón; Elena Anaya, Julio Medem, Luis Tosar o Miguel Ángel Silvestre, a las dos "novatas" de este año: Ana Wagener y Mélani Olivares.

"Esto es mucho más de lo que yo esperaba, es fascinante, tengo que ir asimilando todo esto: va a quedarse en mi retina y en mi corazón mucho tiempo", afirma la ganadora de un Goya por su trabajo en "La voz dormida".

Wagener destaca la generosidad del pueblo saharaui y cómo han sabido mantener la dignidad.

A Olivares le parece "un milagro" que se pueda hacer un festival de cine "en las circunstancias en las que está esta gente".

La actriz de la serie de televisión "Aída" es madre de Martina, una niña etíope que hoy cumple siete años y que está con ella en esta experiencia: "Me parece vergonzoso que el mundo mire para otro lado mientras ellos están aquí".

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