Zarauza y su film "Encallados", con el Prestige como punto de partida

  • Elizabeth López.

Elizabeth López.

A Coruña, 8 jul.- Porque los gallegos tienen una forma característica de sentir y de regurgitar sus emociones, porque querían contarlo de una manera natural y, por qué no decirlo, porque ser honesto es hoy una actitud de película. Así nace "Encallados", de Alfonso Zarauza, que esta vez dirige para cines sin palomitas.

"Esta película se hizo con el corazón y no con el bolsillo, como una necesidad de tener que hacer una película y de darte cuenta de que no quieres hacerla porque sí, sino de otra manera, tomando un camino diferente, y ahí aparece la crisis creativa que al final retrata la película", asegura Zarauza en una entrevista con Efe, acompañado por los actores Ricardo de Barreiro y Federico Pérez.

La explicación es complicada, como lo fue rodar el filme. Diez días, vestuario propio, algunas escenas en la casa del director y otras de los guionistas; un formato 16 milímetros y en blanco y negro, en gallego y en castellano, para contar "una película dentro de una película" acerca de cómo se quedan encallados al intentar rodar un filme con el sumario judicial del caso Prestige como fondo.

"Es una película sobre la imposibilidad de hacer una película sobre el Prestige", resume, pero todo lo que ocurre en sus 65 minutos rodados en diez días de mayo de 2012 en Compostela sucedió "de verdad".

Producida por Zircozine y protagonizada por Xulio Abonjo (Alfonso), Federico Pérez (Pato), Ricardo de Barreiro (Andy) y Farruco Castromán (Farruco), "Encallados" cuenta con las apariciones de Luis Tosar, Marcos Pereiro y Patricia Vázquez.

Precisamente, fue el propio Luis Tosar quien propuso rodar esta película, recuerda Zarauza, hace mucho tiempo, pero se quedó "en el limbo de los justos" hasta hace dos años en que recuperamos el proyecto "con cierto desdén, no creíamos en él, hasta que de repente nos embarcamos y decidimos darle un cambio de rumbo y convertirlo en otra cosa, más verdadera, más honesta y más bonita".

Y parece que lo lograron, pues cuenta ya con tres premios Mestre Mateo 2014 a la mejor película para televisión, mejor montaje y mejor fotografía.

Zarauza, premio en el Festival Internacional de Cine de Viña del Mar 2008, asegura que Galicia es un país "peculiar" y el filme "plantea ese dilema, y la solución la tiene cada espectador". "El Prestige es un punto de partida; al final de lo que se habla es de arte, de la vida, de la forma de afrontar las cosas, de honestidad".

El actor Ricardo de Barreiro abunda que el petrolero que naufragó frente a las costas gallegas en noviembre de 2002 es el detonante "para contar una historia sobre la forma de vivir y de pensar de este país, porque aquí en Galicia hay vino del país, pan del país, todo del país", y el Prestige es "una excusa para radiografiar nuestra manera de ser y de sentir como pueblo".

Básicamente, apostilla Federico Pérez, cuenta "lo que cuesta hacer una cosa, lo que cuesta personalmente, porque nosotros, como individuos, tenemos conflictos y crisis propias que rebotan en el de al lado y después un conflicto general".

Todo ello aderezado con la característica retranca gallega, mucho humor y algo de "mala uva", una forma peculiar de hacer las cosas "que no es con un sí o un no cerrado, siempre le das vueltas", reconoce Pérez.

"La película es eso, dar mil vueltas, no desesperante sino que es una forma bonita, narrativa de hacerlo, al final los gallegos somos narrativos", añade.

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