Estados Unidos se congratuló este jueves de la promesa de desacelerar la guerra aérea liderada por Arabia Saudita en Yemen, en medio de un escándalo sobre un bombardeo que mató a 119 personas, incluyendo mujeres y niños.
El portavoz Josh Earnest informó que la Casa Blanca se congratulaba de la declaración del portavoz de la coalición árabe, brigardier general Ahmed Al Asiri en la que éste indicó que la campaña aérea que ya lleva un año en Yemen se acerca al "final de la principal fase de combate".
Al menos 119 personas murieron y 47 fueron heridas el martes en un mercado en el norte de Yemen por bombardeos de la coalición árabe progubernamental en la provincia de Hajja.
Se trata de uno de los balances más mortíferos desde el inicio de la intervención de una coalición de países árabes bajo liderazgo saudí para ayudar al gobierno a retomar los territorios conquistados en 2014 por los rebeldes chiítas hutíes.
El Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el bombardeo, que es el segundo de este tipo en dos semanas, y recordó que los ataques que tienen como blanco a civiles "son estrictamente prohibidos" y constituyen "violaciones graves de las leyes humanitarias internacionales".
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