Durante su intervención en la Comisión de Estudio del Endeudamiento y la Gestión Pública de la Comunidad de Madrid, Lamela ha señalado que hace una década era "necesaria" la construcción de hospitales por el aumento de la población y de las necesidades de la región, e incluso ha indicado que si hubiera sido por él hubiera construido más hospitales así.
Además, ha apuntado que fue una oportunidad para que los profesionales sanitarios pudieran progresar porque en los hospitales tradicionales sus carreras "estaban topadas" y con los nuevos podían reubicarse en nuevos puestos y nuevos servicios más modernos.
"Fue una apuesta decidida para empezar un proceso de modernización y renovación del sistema sanitario. Desde las transferencias de las competencias del Ministerio a la Consejería no se había hecho casi nada", ha añadido.
El exmáximo responsable de Sanidad de la Comunidad durante la primera legislatura de Esperanza Aguirre ha manifestado también que el consenso en cuanto a la ubicación de los ocho nuevos hospitales fue "total" y se pactó con los alcaldes de los municipios, tal y como consta en los convenios, algo que se puede comprobar "si no los han tirado". De hecho, ha apuntado que se hicieron estudios técnicos sobre la ubicación.
Manuel Lamela también ha recordado que los ocho hospitales, una promesa electoral de Aguirre, arrancaron en menos de siete meses para ponerlos en concursos. "Nunca se había hecho antes una operación así en España y nunca se hizo otra igual", ha afirmado para esgrimir que, por tanto, "era imprescindible la ayuda externa de planificación, con criterio profesional".
Según el exconsejero, era "imposible" haberlo hecho con el dimensionamiento de los técnicos de la Consejería de Sanidad y eso a pesar de que, tal y como ha destacado, trabajaron 12 horas al día todos los días durante toda la legislatura. Y ha recalcado que también los estudios de viabilidad se sometieron a información pública.
CRÍTICAS AL MODELO TRADICIONAL
Lamela ha aprovechado su intervención para criticar el modelo público de construcción de hospitales porque, según ha indicado, la diferencia entre el coste económico que se previó de estos y lo que luego costó fue "increíble". Además, también ha puesto de ejemplo de tardanza entre la planificación y la construcción el caso del hospital de Fuenlabrada, que según ha dicho, duró nueve años.
Además, ha asegurado que en el modelo tradicional de los hospitales el coste su mantenimiento "no se prevé" y en el caso del modelo de los nuevos sí. "Cuanto cuesta mantener La Paz en unos años no posible saberlo. Dentro de diez años no se preguntará aquí si se les cae el techo de los nuevos hospitales porque tienen que estar igual que cuando se inauguraron, algo que no pasa con los tradicionales", ha manifestado.
El exconsejero también ha calificado de "absurdo" que los servicios no sanitarios de los hospitales los asuma directamente la Administración. "Yo entendí que era absurdo que la Consejería tuviera pinches, jardineros o ascensoristas y entendía que eso estuviera en manos privadas. Y de ahí la decisión que después se tomó. La propuesta que hice fue que los siete hospitales se hicieran con que la gestión sanitaria se residenciara en el Gobierno de Madrid y SERMAS y que la gestión de los servicios no sanitarios se externalizara", ha justificado.
Lamela sostiene que se basó en el modelo concesional del Reino Unido pero teniendo en cuenta que, según ordenaba la Unión Europea, las infraestructuras no computaran en déficit público. "Las ventajas de este modelo eran claras. Se disminuyen los costes de construcción, el retraso solo repercute en el concesionario, porque no cobra hasta que el hospital no está disponible, disminuye los costes de mantenimiento, disminuye los costes de explotación y se garantiza una mejor calidad", ha subrayado.
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