Francisco ha hecho estas consideraciones tras su reunión privada, que ha concluido con un momento de oración en común en la capilla Redemptoris Mater, con el patriarca de la Iglesia Asiria de Oriente, Mar Gewargis III, un rito oriental cristiano pero que no depende de Roma.
"Allí recae sobre cientos de miles de niños inocentes, de mujeres y hombre, la terrible violencia de conflictos sangrientos, que ninguna motivación puede justificar o permitir. Allí los cristianos y otras minorías religiosas y étnicas están lamentablemente acostumbrados a sufrir diariamente grandes pruebas", ha señalado el Pontífice.
En este sentido, ha reclamado el fin de la violencia y ha reivindicado el ejemplo de los cristianos que en esta zona del mundo "recorren el camino de la cruz" siguiendo "con docilidad las huellas de Jesús". "Estos hermanos y hermanas son modelos que nos exhortan en cada circunstancia a permanecer con el Señor, a abrazar su cruz, a confiar en su amor. Nos indican que en el centro de nuestra fe está siempre la presencia de Jesús que nos invita, también en la adversidad, a no cansarnos de vivir su mensaje de amor, de reconciliación y de perdón", ha dicho.
El Pontífice argentino ha señalado que estos cristianos empujan "a seguir el camino de Jesús para derrotar la enemistad". "Como la sangre de Cristo, derramada por amor, ha reconciliado y unido, haciendo germinar la Iglesia, así la sangre de los mártires es la semilla de la unidad de los cristianos", ha concluido.
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