Sídney (Australia), 25 sep.- Human Rights Watch (HRW) denunció hoy que el acuerdo entre Australia y Camboya para reubicar en el país asiático a solicitantes de asilo retenidos en centros de detención australianos pone en peligro la seguridad de estos refugiados.
Los dos países firmarán este viernes dicho acuerdo, que, según la organización, incumple el compromiso australiano de enviar a los refugiados a un tercer país seguro.
"El acuerdo de Australia con Camboya enviará a estas personas a un país que tiene un historial terrible en la protección de refugiados y está embarrado en serias violaciones de los derechos humanos", dijo la directora de HRW en Australia, Elaine Pearson.
"Pese a lo que diga Camberra, la realidad es que Camboya es un lugar inseguro y no está preparado para manejar una gran cantidad de refugiados a los que se dará un billete de ida a Phnom Penh", añadió Pearson en un comunicado.
Aunque los detalles del acuerdo todavía no han trascendido, varias informaciones apuntan a que prevé el envío de unos mil refugiados de un centro de detención en Nauru, en el Pacífico Sur, a cambio de unos 40 millones de dólares (31 millones de euros).
Australia defiende el acuerdo al asegurar que solo se reubicará a personas que acepten el cambio de forma voluntaria y que estas tendrán libertad de movimiento y de trabajo en Camboya, país firmante de la convención de la ONU para los refugiados.
HRW dijo que Camboya "no ha demostrado su voluntad de ofrecer una protección adecuada" a los refugiados al recordar los casos de 20 uigures y varios montagnard repatriados en los últimos años a China y Vietnam, respectivamente, pese a la amenaza de prisión o ejecución que pesaba contra ellos.
La organización también señaló la "pobre" situación de los derechos humanos en Camboya y la mayor vulnerabilidad en la que se encuentran las personas en situación precaria y sin una red social de apoyo como los refugiados.
Australia recuperó en 2012 una política para tramitar en países terceros las solicitudes de los inmigrantes que viajan a Australia por vía marítima en busca de asilo con la aprobación de la apertura de centros de detención en Papúa Nueva Guinea y Nauru.
Los planes de Camberra son reubicar en Camboya a personas detenidas en estos centros a las que conceda asilo y deportar al resto.
Muchos de los inmigrantes han huido de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria, y otros han escapado de la discriminación o de la condición de apátridas como las minorías rohingya, de Birmania, o Bidun, de la región del Golfo.
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