Los guardacostas "fueron alertados de que migrantes a bordo de un barco lanzaban llamadas de auxilio", indicó a la AFP el coronel Ashraf al Badri.
Cuando una patrulla llegó al lugar, frente a la ciudad de Janzur (a diez kilómetros al oeste de Trípoli), "la embarcación estaba casi totalmente sumergida", explicó este responsable. "Rescatamos a 108 personas pero dos se ahogaron y otras diez se encuentran desaparecidas", añadió.
Los migrantes, que no tenían chalecos salvavidas, según pudo constatar un periodista de la AFP, fueron transferidos a la base naval de Trípoli, donde los guardacostas les dieron ropa seca, incluidos uniformes militares, y mantas, a la espera de que llegaran los agentes del organismo de lucha contra la inmigración clandestina encargados de conducirlos a un centro de retención.
Libia y sus 1.770 kilómetros de costa se han convertido en el trapolín predilecto de la emigración clandestina hacia Europa: la isla italiana de Lampedusa se encuentra a poco más de 300 kilómetros de las costas libias.
Los traficantes se benefician dde la ausencia de controles en las fronteras y a la falta de medios de los guardacostas de este país socavado por la violencia y dividido entre dos gobiernos rivales.
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